Tras el parón provocado por la pandemia, Toro ha recuperado la Vendimia, una de las fiestas con las que más se identifican los toresanos y que, en esencia, pretende rendir un homenaje a los viticultores que cuidan con mimo los viñedos y a las bodegas de la Denominación de Origen, que convierten las uvas en vinos de contrastada calidad y reconocido prestigio a nivel nacional e internacional.

El artista toresano, Jesús Pinilla Martín, fue el encargado de inaugurar la fiesta de la Vendimia con el pregón oficial, en un acto celebrado en el Teatro Latorre. Reconoció Pinilla que sus méritos para “acceder al importante menester” de pregonar las fiestas “son muy escasos”, ya que ni es viticultor, ni bodeguero, ni enólogo, sino que su relación con el vino se circunscribe a que es un “moderado consumidor” y a que sus experiencias directas con la enología y el viñedo se limitan a “aspectos contemplativos del paisaje”.

Pinilla explicó al público que se congregó en el Teatro Latorre que sus intentos de elaboración de vino dieron como resultado un blanco que obtuvo al tercer intento tras dos fallidos, en los que consiguió “el mejor vinagre de Castilla y León” y un espumoso que produjo sin pretenderlo tras su embotellado antes de tiempo.

En este punto, recordó a “amigos aficionados, pero sabios” en el arte de elaborar vino, tales como Gildo “Hambrina”, Jesús Gorosabel, Miguel “Picarrico”, Jesús Mari y Chini de Tagarabuena, Vicente Guerra, Jesús Fonseca o Luis de Tiedra, entre otros.

No obstante, en su designación como pregonero, han primado otros méritos por los que Pinilla siente un “orgullo personal”, tales como haber instituido el concurso de pintura rápida de la fiesta de la Vendimia, en tiempos del ex alcalde Agustín Asensio, a quien definió como “un ejemplo de bonhomía en el sentido machadiano de la palabra” y para lo que contó con la estrecha colaboración de “un puñado de amigos pintores traídos de Madrid”.

Del mismo modo, el pregonero impulsó la celebración del concurso de pintura sobre barricas, que se celebra durante la Feria del Vino de Toro, o certámenes infantiles, aunque también matizó que la temática del vino está muy presente en su obra pictórica.

Durante su discurso, Pinilla resaltó la importancia del Teatro Latorre para Toro y rememoró a otros pregoneros que le precedieron para, a renglón seguido, precisar que las fiestas inauguradas el jueves son las de la “pandemia”, por lo que reclamó extremar las precauciones para evitar contagios.

El pregonero (segundo por la derecha) recibe varios obsequios tras la lectura de su discurso

La emoción dio paso a un exhaustivo análisis del pregonero sobre la vendimia y el mundo del vino y la riqueza que aporta a la cultura y al patrimonio de la ciudad de Toro. En este punto, recordó la vinculación del vino de Toro con el descubrimiento de América o con un personaje histórico como el Conde-Duque de Olivares.

También aludió a la relación entre el vino de la tierra con la música y enumeró a algunos de sus representantes más “notables”, tales como la cantante María Salgado, la coral “Alollano”, “Candeal” o la “gran figura emergente” de David Rivas.

Pinilla también realizó un análisis literario del “fenómeno vinícola” y mencionó a autores “pretéritos” y otros actuales como Góngora, Lope de Vega o Juan Manuel Calvo para, a continuación, recitar poemas de Alonso de Toro o Julio Eguaras.

En su discurso, el artista toresano realizó una especial mención a los “aspectos visuales y plásticos” de los vinos tintos y blancos, tales como el color, el brillo, la intensidad, la fluidez o las burbujas. Así, analizó las gamas de color presentes en los vinos de la tierra y, a modo de ejemplo, remarcó que el rojo simboliza la sangre y el fuego, así como todas las pasiones, desde el amor al odio.

En su análisis cromático, Pinilla también hizo referencia a otros colores que también están muy presentes en los tintos y blancos tales como el naranja, el violeta, el verde, el rosado, así como el amarillo o el dorado, tan característicos de los vinos blancos de Toro.

A continuación, el pregonero explicó los cuadros con los que ayer fue decorado el escenario del Teatro Latorre y realizados en distintas épocas, tales como el grabado de la Virgen de las Viñas, “Baco adolescente” o “Diario”.

Pinilla cerró su discurso alabando el “carácter libre” de la fiesta de la Vendimia y con la lectura de un relato inventado, cuyo texto resultante es la “suma” de las marcas de vino y empresas de la Denominación de Origen, relato que dedicó a los trabajadores de la vendimia y a los bodegueros. El público, puesto en pie, recompensó al pregonero con una sonora y cariñosa ovación.

De izquierda a derecha, Felipe Nalda, Dionisio Ferrero, José Luis Prieto, Jesús Pinilla, Tomás del Bien y Sara Pérez brindan por la nueva cosecha M. J. C.

En el acto inaugural de la fiesta, el presidente del Consejo Regulador, Felipe Nalda, destacó que la Vendimia es un reconocimiento a los viticultores y bodegueros que siguen inmersos en la campaña de recolección de uva porque, gracias a ellos, la calidad de los vinos de Toro es “cada vez más apreciada en todos los rincones del mundo”.

Remarcó Nalda que una de las novedades de la presente campaña es que el ente regulador ha conferido mayor importancia a la variedad garnacha y que ha autorizado la utilización de las blancas albillo real y moscatel para elaborar vinos amparados por el marchamo de calidad.

Además, subrayó que la vendimia, que encara su recta final, será recordada por la sanidad de la uva y por una producción “media”, ya que se ha visto afectada por el pedrisco o heladas tardías en determinados pagos.

No obstante, precisó que algunos factores han marcado el desarrollo de la actual campaña tales como la “incertidumbre” generada por la falta de mano de obra para la recolección del fruto, enfermedades fitosanitarias como la yesca, que el relevo generacional no está asegurado para garantizar el futuro del cultivo o la “ineficacia” de ciertas administraciones para “paliar” los problemas citados, que pueden influir en el futuro de los viñedos de Toro.

El presidente del Consejo Regulador remarcó que la Denominación de Origen es uno de los grandes “activos” de los 15 municipios que la componen y un “garante” para fijar población en el ámbito rural.

Nalda también adelantó que la cosecha final de uva rondará los 21 millones de kilos y que, hasta el momento, se han recolectado 17 millones de kilos de tinta de Toro; 150.000 kilos de garnacha; 473.000 de malvasía castellana; 772.000 de uva verdejo y 13.500 de albillo real.

El alcalde de Toro, Tomás del Bien, cerró el acto inaugural de las fiestas y solicitó “mucha prudencia” para evitar riesgos por la pandemia, aunque también invitó a los toresanos y turistas a disfrutar de la celebración y a “brindar” por la vida.

En este punto, anunció que, este año, el brindis oficial por la cosecha también pretende ser un homenaje a todos aquellos profesionales de la sanidad, de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado, trabajadores de supermercados o farmacéuticos, porque “nos han brindado una vida mejor” en la pandemia.

El concierto de “Dulzaro”, el grupo ganador del I Festival "Emergentes" celebrado el pasado verano puso el broche de oro al acto con el Toro inauguró la tradicional fiesta de la Vendimia.