Toro ha revivido la fiesta del Cristo del Amparo con una serie de actos adaptados a las medidas impuestas por el coronavirus. La Real Cofradía del Cristo del Amparo decidió trasladar a este fin de semana la celebración de la tradicional fiesta de la Exaltación de la Cruz, que tiene lugar cada 14 de septiembre. Este año, la Colegiata ha sido el lugar donde se ha desarrollado esta atípica fiesta, sin duda, marcada por la pandemia del coronavirus.
La fiesta comenzó con las solemnes vísperas y, tras ellas, tuvo lugar el homenaje a dos de los hermanos más mayores y más antiguos de la cofradía cermeña. Estos son Julián Díez Hernández y Félix de la Calle Luis, los cuales recibieron un diploma cada uno ante la imagen del Santísimo Cristo del Amparo y se mostraron “muy contentos” por el reconocimiento por parte de la cofradía cermeña.
Una vez concluido el emotivo homenaje, fue el turno para la incorporación de nuevos cofrades. A pesar de que algunos de los nuevos hermanos no pudiesen acudir para que se realizasen las nuevas intervenciones, algunos ciudadanos sí que pudieron hacerse de la Real Cofradía del Cristo del Amparo en el acto.
Los actos de celebración de la fiesta de la Exaltación de la Cruz continuaron en el día de ayer con el tradicional reparto de bizcochones y el cobro de las cuotas. Así pues, unas horas más tarde, tuvo lugar una misa en honor al Cristo del Amparo que, otro año más, debido a la pandemia del coronavirus, no ha podido procesionar por las calles de la ciudad. Una eucaristía con el aforo controlado y limitado y con todas las medidas establecidas por el Ministerio de Sanidad para frenar la pandemia del coronavirus.
La fiesta del Cristo del Amparo contó con la presencia de los abades para el ejercicio 2021-2022, que son Álvaro Martín Rodríguez, David Hernández de la Calle, Sabina de la Calle Pino y Mercedes García Alonso.
