Toro ha renovado este miércoles la devoción a su Patrona: la Virgen del Canto. Por segundo año consecutivo, la pandemia del COVID ha obligado a la cofradía y a la corte de honor de la Virgen del Canto a suspender algunos de los actos más emotivos de cuantos organizan para rendir honores a la Patrona.

Por este motivo, los toresanos tampoco han podido engalanarse este año para visitar a la Virgen del Canto ataviados con capa castellana y sombrero o, en el caso de las mujeres, con trajes de viuda rica, labradora o coloridos mantones.

Un año más, los toresanos no han podido formar parte de la comitiva que, cada 8 de septiembre, recorría la distancia que separa la Plaza Mayor de la ermita de la Virgen del Canto durante un vistoso desfile acompasado por la música de la Banda “La Lira”.

Toresanos esperan en el interior del templo el inicio de la fiesta de la Virgen del Canto M. J. C.

Sin embargo, la pandemia no ha podido impedir que los toresanos asistan a las diferentes eucaristías oficiadas durante toda la mañana de este miércoles en la ermita de la Patrona, en las que han podido reencontrarse con la venerada imagen a la que, una vez más, han implorado protección.

Numerosos toresanos, autoridades, cofrades y la mayordoma de este año, Paquita García, han asistido a la misa de fiesta oficiada, a las 12.30 horas, en la ermita por tres sacerdotes. Por la limitación de aforo, otros fieles han optado por seguir la misa de fiesta desde las sillas dispuestas en el atrio de la ermita, dotado también con un sistema de megafonía para facilitar que más devotos pudieran participar en la celebración.

Toresanos siguen la misa de fiesta desde el atrio de la ermita de la Patrona M. J. C.

Durante la homilía, el párroco Bernardo Medina ha recordado que, el 8 de septiembre, se conmemora el nacimiento de la Virgen María que, en Toro, se celebra bajo la advocación de la Virgen del Canto. Recordó Medina algunas de las acepciones de la palabra patrón o patrona, tales como la que alude a una casa de acogida de estudiantes o trabajadores fuera de su casa o a la persona que guía la navegación de un barco.

En el caso de la Virgen del Canto, como apuntó, la patrona de Toro abre las puertas de su casa en la que “todos tenemos un sitio para refugiarnos como los polluelos bajo sus alas”. En este punto, recordó que la ermita de la Patrona permanece abierta durante todo el año, no solo para recibir a los turistas, sino también para acoger a todos aquellos toresanos que quieran entablar un diálogo con la Virgen del Canto y para desahogarse porque “su calor ayuda a diluir la dureza” de situaciones del día a día.

La mayordoma de este año y los párrocos, durante la misa de fiesta oficiada en el templo M. J. C.

Aunque en Toro si han podido celebrarse las misas en honor de la Virgen del Canto la cofradía y la corte también se han visto obligadas a suspender la tradicional ofrenda floral con la que, cada año, los toresanos agasajaban a la Patrona con ramos y centros que se colocan en su camarín para que la imagen luzca en todo su esplendor a los ojos de sus fieles devotos.

La ofrenda floral ha sido sustituida por la recolecta de un donativo que la cofradía y la corte destinarán a sufragar los gastos de restauración de la ermita en la que ya han costeado diversas mejoras para frenar el problema de humedad que afecta al templo.

La fiesta proseguirá esta tarde, a partir de las 19.00 horas, con la celebración de una nueva edición del festival de folclore “Virgen del Canto” y, dos horas más tarde en el mismo escenario, la Banda de Música “La Lira” ofrecerá un concierto en honor de la Patrona de Toro y su alfoz.