Ante la avalancha de proyectos de producción de energía renovable, cuyas autorizaciones están siendo tramitadas en estos momentos por los Servicios Territoriales de cada provincia o por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, la Junta de Castilla y León se plantea ahora el impacto medioambiental que ello supone. 

Esta preocupación se refleja en la reciente publicación de los mapas de sensibilidad ambiental para aves esteparias y aves planeadoras que el Servicio de Planificación e Informes de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal (SIGMENA; Consejería de Fomento y Medio Ambiente) acaba de publicar. 

En estos mapas se hace especial énfasis en la sensibilidad de algunas especies de aves esteparias (avutarda, sisón, ganga ibérica, ganga ortega, alondra ricoti, alcaraván y cernícalo primilla), de aves planeadoras rupícolas (águila real, águila perdicera, buitre leonado, alimoche, quebrantahuesos) y planeadoras forestales (águila imperial, milano real, buitre negro y cigüeña negra) que podrían verse afectadas por esos proyectos a lo largo y ancho de nuestra Comunidad. La finalidad de estos mapas es orientar a las empresas promotoras sobre la idoneidad de las diferentes zonas en las que evalúan implantar sus proyectos de producción de energía renovable, solar fotovoltaica y eólica, para que las tengan en cuenta a la hora de diseñar su ubicación, así como sus elementos de transformación y evacuación.

Mapas que muestran la sensibilidad ambiental Cedida

Estos documentos serían los primeros de una serie de mapas que ordenarían el territorio en función de la sensibilidad ambiental y, aunque se han publicado con carácter vinculante, en ellos no se establecen zonas de exclusión, tal y como contempla la normativa ambiental actual.

Para Ecologistas en Acción de Zamora estos mapas llegan tarde y un ejemplo de ello lo hemos comprobado estos días con la publicación de la autorización administrativa para las plantas solares fotovoltaicas Valdecarretas, Delphinus Solar, Draco Solar y Hércules Solar, todas ellas en el término municipal de Toro, así como de la subestación Toro Renovables proyectada por los promotores. Estas macroplantas sumarían una potencia pico de 161 MW, y ocuparían unas 350 ha en terrenos de cultivo situados en plena Campiña de Toro. Todas estas plantas, así como las que se encuentran en tramitación (Elawan Valdecarretas, Ibérica I, La Guardia, Valdelapiedra, Valdenogal y Zamora Solar), comparten la subestación Toro Renovables y su evacuación al nudo de red de REE (según la Ley 24/2013 del Sector Eléctrico sería un único proyecto) y estarían situadas a menos de 1 km del Lugar de Importancia Comunitaria Riberas del Río Duero y afluentes (Red Natura 2000 ES4170083), y muy próximas al Lugar de Importancia Comunitaria Riberas de Castronuño (Red Natura 2000 ES4180017), a la Zona de Especial Protección para las Aves Tierra de Campiña (Red Natura 2000 ES0000204) y a la Zona de Especial Protección para las Aves de Llanuras del Guareña (Red Natura 2000 ES0000208). Según los mapas de sensibilidad ahora publicados, toda la zona presenta una sensibilidad alta y muy alta para aves esteparias, y una sensibilidad media a muy alta para aves planeadoras. 

En nuestra Comunidad no existe una ordenación clara del territorio que delimite las zonas en las que se pueden implantar este tipo de instalaciones. Los mapas vinculantes ahora publicados, a priori, deberían implicar la revisión de las autorizaciones dadas hasta el momento. 

Desde Ecologistas en Acción Zamora hemos presentado alegaciones a muchos proyectos basándonos en el impacto ambiental que generan estas macroinstalaciones. Sin embargo, nos ha sido imposible llegar a todos.

Dada la ingente cantidad de proyectos a revisar, los Servicios Territoriales de Medio Ambiente se encuentran desbordados. De hecho, en nuestra provincia, se ha dado autorización a proyectos que no han presentado parte de la documentación obligatoria según la Ley 9/2018 (que modifica la Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental), como un estudio de sinergias que analice el impacto acumulado entre las plantas proyectadas que comparten sus elementos de transformación y evacuación, así como a proyectos que no consideran la figura ambiental de Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) como parte de la Red Natura 2000. 

Ecologistas en Acción de Zamora opina que ha llegado el momento de pedir formalmente una moratoria hasta que la Junta elabore una planificación rigurosa para el despliegue de energías renovables. No solo está en juego la defensa de la biodiversidad, sino también el modelo económico y social que queremos para nuestra Comunidad ante el avance imparable del cambio climático.