La cantante Alba Molina llenó el escenario del festival “Las Noches de Toro” de duende flamenco y sentimiento en su particular homenaje a sus padres, Lole y Manuel.

El flamenco corre por las venas de la artista que, sobre el escenario, se emocionó al entonar conocidas canciones de sus progenitores y grandes referentes artísticos, cuyo legado ha quedado patente en su voz y en su talento.

Acompañada a la guitarra por Joselito Acedo, Molina repasó grandes éxitos de sus padres que ha recopilado en una trilogía de discos, uno dedicado a Lole, otro a Manuel y el último es un trabajo grabado en directo en el Teatro Lope de Vega de Sevilla.

Sobre el escenario, Molina reconoció ante el público que se congregó en la plaza de toros que cantar por Lole y Manuel “supone reunir valor” y revivir en cada concierto una “aventura diferente” rememorando canciones que conoce desde que era una niña.

El público disfruta de la actuación ofrecida por Alba Molina en la plaza de toros M. J. C.

En Toro, Molina entonó canciones como “Romero Verde”, “Cuento para un niño”, “Río de mi Sevilla”, “Tu mirá” o la que definió como “un himno mundial”, en alusión a “Todo es de color”, melodía con la que rompió a llorar en el escenario.

Uno de los momentos más emotivos de la noche se produjo cuando Molina entonó un tema inédito de su padre, en el que Manuel reflejó la perspectiva de su propia muerte y aunque, como reconoció, llegó a odiar la melodía, con el paso del tiempo la ha convertido en una “canción mía”.

La complicidad entre Molina y Acedo quedó patente sobre el escenario en la interpretación de cada una de las canciones elegidas para el segundo concierto del festival "Las Noches de Toro", que fue clausurado por bulerías.