Tras un año difícil para el sector turístico debido a la crisis sanitaria, una exposición artística de calado internacional como “La Iberoamericana” se convertirá en el principal activo de la ciudad de Toro para atraer visitantes, algo que se ha comenzado a notar a lo largo del primer fin de semana de la muestra con las cientos de personas que han pasado por las cinco sedes que acogen las obras de distintas artistas contemporáneas de España y México: la Casa de Cultura, la iglesia de San Lorenzo, la de San Sebastián, el Santo Sepulcro y San Agustín.

Entre las personas llegadas a Toro estos días hay también intelectuales de ambas orillas del Atlántico que han querido presenciar los debates sobre arte e igualdad inspirados por la figura de Delhy Tejero en el Teatro Latorre.

Ayer distintas artistas mexicanas y españolas expusieron y confrontaron sus distintas perspectivas acerca del arte. Moderado por Cristina Fontaneda –directora del Museo Patio Herreriano de Valladolid– contó con la participación de mujeres como la artista valenciana Inmaculada Abarca, la corresponsal mexicana en España Paty Alvarado, la periodista madrileña Sara Núñez, la cofundadora de la Asociación Contemporánea de Artes y Oficios, María Subrá, o la directora de artes visuales del Instituto Cultural de México en España, Mónica Sotos, cuya colaboración ha sido imprescindible en la organización de la muestra de arte contemporáneo en Toro.

Más tarde se discutió sobre el escenario del Latorre el papel de la mujer, y las artes y los oficios en la puesta en valor del medio rural. Intervinieron, además de las mujeres citadas anteriormente, el historiador toresano José Navarro Talegón y el prestigioso arquitecto madrileño Tomás Alía, director creativo del Estudio Caramba. Alía es también embajador de la Michelangelo Foundation en España, desde donde se dedica a proteger la excelencia artesana europea. El acto fue clausurado por el alcalde de Toro, Tomás del Bien.

La ponente Inmaculada Abarca es asimismo una de las muchas artistas que se caracterizada por su estrecho vínculo con el mundo vegetal y sus relaciones con el ser humano. Sus obras apuntan hacia una firme convivencia entre el ser humano y su entorno. Recurren a la poética del desplazamiento desde una mirada antropocéntrica hacia una nueva perspectiva ecosistémica, proponiendo otros medios de relación con las especies del planeta.