La plataforma “SOS Vega Campiña de Toro” ha registrado un total de 1.316 firmas de vecinos, que secundan su oposición al trazado de una línea de alta tensión para la evacuación de energía fotovoltaica producida por las plantas solares proyectadas en ambos parajes naturales.

Aunque el colectivo vecinal formado por afectados por el proyecto proseguirá con la campaña de recogida de rúbricas ha decidido registrar las plasmadas por los ciudadanos que apoyan su reivindicación al concluir el periodo de alegaciones y, como han adelantado sus promotores, también organizará diferentes actividades para concienciar a la población sobre el impacto, a diferentes niveles, del trazado de la línea aérea.

En este punto, la plataforma recordó que la línea de evacuación, tal y como está proyectada, se extendería por 19 kilómetros y “cruzaría” Monte la Reina, el Duero, la vega y la campiña de Toro provocando un impacto medioambiental, visual y económico “irreversible para el desarrollo de Toro”, aunque también “depreciaría” recursos propios del municipio.

Asimismo considera que el proyecto supone un “freno injustificado” para la agricultura, al margen del problema de contaminación electromagnética que podría generar, ya que “es nociva para las personas, la fauna y la flora” de ambos parajes, aspecto que “preocupa” a las personas que, con sus rúbricas, han mostrado su rechazo a la línea.

Desde su creación, la plataforma ha manifestado que no se opone a las energías renovables, pero exige una “planificación adecuada”.

Por este motivo, ha vuelto a reclamar que la línea de evacuación de energía fotovoltaica que se pretende instalar en el municipio discurra por “suelo público” y sea soterrada porque, tal y como está proyectada, “haría inviable muchas explotaciones agrícolas”, a lo que añade el impacto medioambiental en Monte la Reina o en las barranqueras del río.

A este impacto, el colectivo también añade el “visual” para una ciudad como Toro, declarada conjunto monumental histórico artístico.

Por último, la plataforma remarcó que la ciudad “no puede ser víctima de la especulación, sino que se merece otras alternativas que fomenten sus puntos fuertes para fijar población e impulsar su desarrollo”.