Toro revivió el domingo la fiesta del Corpus Christi aunque, por segundo año consecutivo, la pandemia obligó a que los actos programados se tuvieran que desarrollar en el interior de la Colegiata.

Autoridades, representantes de las cofradías de la ciudad y decenas de toresanos se congregaron en el interior del templo para participar en la eucaristía y asistir a la procesión claustral, actos organizados por la Archicofradía del Corpus Christi y las parroquias.

La fiesta fue inaugurada con una misa concelebrada por cinco sacerdotes durante la que el párroco, Jesús Campos, reconoció que el Corpus Christi “es un día grande” para la Iglesia aunque, por la pandemia, este año tampoco se ha podido celebrar con el “esplendor al que estamos acostumbrados”.

Los párrocos ofician la misa de la fiesta del Corpus en la Colegiata M. J. C.

En una fiesta que, por segundo año consecutivo se desarrolló “a medio gas”, Campos deseó que en 2022 el Corpus Christi recupere su formato original y que la procesión pueda recorrer los diferentes altares y las engalanadas calles de la ciudad.

En la recta final de la eucaristía se celebró la procesión claustral por el interior de la Colegiata, en la que representantes de las diferentes cofradías y asociaciones de la ciudad portaron sus estandartes y, bajo palio, los párrocos trasladaron el Santísimo Sacramento.

Representantes de la cofradías con la custodia en la bendición. | M. J. C.

En la capilla de la Majestad y ante la custodia de la Colegiata tuvo lugar la única parada para proceder a la bendición de la ciudad y del resto de pueblos de la comarca.

Una vez finalizada la bendición, la procesión retornó al altar mayor para clausurar una fiesta que, a pesar de las limitaciones, volvió a unir a los toresanos.