Toro honra este lunes a su patrón, el Cristo de las Batallas, en una fiesta marcada por la afluencia a las misas que se ofician durante toda la jornada en la ermita y por una menor presencia de toresanos en la pradera como consecuencia de la situación de pandemia y unas condiciones meteorológicas que no invitan a disfrutar del paraje natural.

Desde las 8.00 horas, en la ermita se ofician eucaristías para solicitar, un año más, la intersección del Cristo de las Batallas, imagen a la que los toresanos han vuelto a profesar abiertamente y con sumo respeto su devoción.

Los hermanos de la cofradía velan en todo momento porque los asistentes a las misas acaten las normas de seguridad y respeten el aforo permitido en el interior del templo, lo que ha propiciado que, a las puertas de la ermita, se hayan formado colas para poder acceder al interior y cumplir con la tradición de venerar al patrón.

Toresanos esperan en las inmediaciones de la ermita para asistir a una de las misas programadas M. J. C.

Por otra parte, en la pradera del Cristo de las Batallas se han reunido pequeños grupos de amigos y familiares que, a pesar del viento y el cielo nublado, han querido revivir la romería en el paraje natural.

Embutidos, tortillas, pimientos, carne, limonada, refrescos o vino de Toro son los ingredientes más elegidos para el menú campero, del que los toresanos darán buena cuenta durante toda la jornada festiva.

Un grupo de amigos degusta el almuerzo en la pradera del Cristo de las Batallas M. J. C.

Los más atrevidos han acampado durante la noche previa a la fiesta en la pradera, una tradición que más toresanos esperan retomar el próximo año si la situación de pandemia remite y regresa la ansiada normalidad. Muchos toresanos han optado este año por reunirse en fincas por la situación de pandemia, pero respetando el llamamiento a la responsabilidad individual y colectiva.  

Uno de los momentos más emotivos de la fiesta tendrá lugar al final de la jornada cuando, después de la última misa programada para este lunes, la imagen del Cristo de las Batallas se asomará a una de las puertas laterales de su ermita para proceder a la bendición de la fértil vega y de la ciudad de Toro.