La negociación del nuevo convenio colectivo para los cerca de 300 trabajadores de la fábrica del grupo Cerealto Siro en Toro ha desembocado en la convocatoria de paros parciales, con los que el comité de empresa tratará de que sean aceptadas propuestas relacionadas con el incremento salarial o las categorías.

Ante la convocatoria de paros de dos horas al final de cada turno para los días 26 de mayo y 2, 16 y 23 de junio, el grupo Cerealto Siro ha tendido la mano al comité de empresa para seguir negociando y consensuar las mejores condiciones para la plantilla, pero “siempre en un marco responsable que nos permita alcanzar la flexibilidad y competitividad necesarias para abordar los retos a los que nos enfrentamos y garantizar el nivel de actividad de la planta y el empleo”.

El comité de empresa anunció que, después de que durante un año y medio de negociación no haya sido posible cerrar un acuerdo sobre el nuevo convenio por la postura inmovilista de la compañía, “nos hemos visto obligados a ir a la huelga”, con el objetivo de evitar que los trabajadores pierdan derechos laborales adquiridos como la antigüedad o incrementos de pluses y categorías.

No obstante, reconoció que el principal escollo de la negociación es el incremento salarial, sobre el que Cerealto Siro propone un 0,8% para 2020 y un 1,2% para 2021.

Para los representantes de los trabajadores la propuesta de la compañía es “inaceptable”, porque además conlleva aceptar una modificación de condiciones laborales que supondrían una “pérdida económica muy importante” para los empleados afectados por cambios de turnos.

En este punto, remarcó que en la mediación con el Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla) presentó tres propuestas sobre el aumento salarial que tampoco han sido aceptadas.

La decisión de convocar paros ha sido secundada en asamblea por los trabajadores de la fábrica a los que el comité ha agradecido su apoyo y a los que ha asegurado que “vamos a seguir luchando por un convenio digno y justo que nos merecemos”.

Por su parte, el grupo Cerealto Siro reconoció que desde hace más de un año negocia con el comité de empresa un nuevo convenio colectivo para la planta toresana “con la voluntad de ser competitivos” y de cara a garantizar el nivel de actividad de la fábrica y, en consecuencia, el empleo, pero “sin ser ajenos al contexto de incertidumbre económica y sociolaboral internacional sin precedentes derivado de la pandemia”.

Además, aseguró que durante la negociación del nuevo convenio colectivo la actitud de la compañía “ha sido dialogante, cercana y transparente”, con el objetivo de “buscar siempre las mejores condiciones posibles para las personas”.

En el marco de esa “voluntad negociadora y de diálogo”, la empresa aseguró que ha realizado un último esfuerzo para acercar posturas y, como ha trasladado a los representantes de los trabajadores, “estamos abiertos a seguir negociando”. Además, subrayó que “nuestro compromiso con Toro y sus personas se mantiene como hasta ahora”.

Cerealto Siro adquirió la fábrica toresana en 1993 y, desde 2007, el grupo ha invertido más de 80 millones de euros en su modernización y optimización “con el fin de convertirla en una planta competitiva y garantizar la estabilidad del empleo” que, desde su compra, se ha triplicado.

Por último, el grupo remarcó que confía en poder alcanzar “pronto” un acuerdo con el comité de empresa, “que garantice no solo el presente sino también el futuro de la fábrica y de las personas de Toro”.