El Ayuntamiento de Toro instará a la Junta a que dote de mayor protección a las fuentes y a los antiguos lavaderos que se conservan en el municipio para evitar su desaparición definitiva.

Consciente del incalculable valor histórico de las fuentes y los lavaderos que han logrado sobrevivir al inexorable paso del tiempo, el Ayuntamiento ha aprobado por unanimidad una propuesta del concejal de Ciudadanos Toro, Teodoro Alonso, basada en la necesidad de adoptar medidas urgentes para impulsar su rehabilitación y garantizar su conservación.

En concreto, Alonso ha invitado al Ayuntamiento a liderar su defensa, acogiéndose a Programas de Desarrollo Rural, que contemplan la financiación de estudios e inversiones sobre el mantenimiento, recuperación y rehabilitación del patrimonio cultural y natural de poblaciones, paisajes rurales y zonas de alto valor natural, aspectos socioeconómicos e iniciativas de sensibilización ecológica.

Del mismo modo, Alonso ha solicitado la elaboración de un catálogo completo de antiguas fuentes, lavaderos y pozos de titularidad pública y que se incluyan en el inventario de bienes muebles del Ayuntamiento. La tercera medida propuesta por el edil de Ciudadanos es instar a la Junta a la concesión del nivel de protección más adecuado para las fuentes, al tratarse de “un patrimonio considerable y muy querido por los toresanos, al que estamos dando la espalda desde hace muchos años”.

Un vecino observa una de las antiguas fuentes que se conservan en Toro M. J. C.

Diversos documentos de la antigua Hermandad de Labradores o un libro de Manuel Otero corroboran la existencia de más de un centenar de fuentes, pozos y lavaderos, con sus correspondientes nombres y pagos de Toro en los que se localizan.

En cuanto a su antigüedad, Alonso apuntó que su construcción abarca un amplio periodo histórico que se extiende desde la época Tardorromana, a la que pertenecerían fuentes vinculadas a ramales importantes de las calzadas romanas, mientras que otras posteriores se relacionan con la trashumancia y sus cañadas reales, cordeles, veredas y sendas.

A pesar de la decadencia del sector ganadero a partir del siglo XIX, las fuentes de Toro se mantuvieron e incluso se construyeron algunas nuevas, más pequeñas y con menor caudal, especialmente al sur del municipio, por la necesidad de rentabilizar las grandes distancias que separaban el casco urbano con las parcelas agrícolas y que obligaba a pernoctar en el campo hasta concluir las labores y, por tanto, era preciso abastecer de agua a los hombres y a los animales.

Las fuentes y lavaderos de Toro, según Alonso, “son mudos testigos de vivencias y nostalgias personales de los hombres y mujeres que disfrutaron del agua de sus hontanares y que conforman las huellas de los siglos”.

Del mismo modo, subrayó que la importancia de las fuentes en la historia de Toro, en sus tradiciones y costumbres campesinas “es de tal calado que difícilmente serían entendibles si fueran omitidas”.

Incluso, como apuntó, las fuentes han jugado un papel destacado en el cancionero y el romancero tradicionales, en los que se alude a ellas como lugares de encuentros amorosos, de purificación, magia y superstición porque, al margen de su función económica, también eran un referente mágico y religioso.

Las fuentes, ya obsoletas en relación a su antigua función, “son víctimas del abandono de unos y de la irresponsabilidad de otros”, subrayó Alonso, quien precisó que los últimos años, sobre todo tras el proceso de concentración parcelaria, “han sido más letales para este patrimonio antropológico que todos los siglos anteriores”, deterioro al que siguen contribuyendo “la dejadez y desidia de particulares e instituciones”.

Por esta razón, destacó la importancia de que la Junta declare las fuentes de Toro como un patrimonio que precisa una protección especial para evitar su desaparición, a pesar del importante papel económico y social que desempeñaron en épocas pasadas.

Antigua fuente que se localiza en el sendero que une el puente de piedra con el de hierro M.J. C.

El alcalde, Tomás del Bien, ha reconocido que es necesario conseguir “más protección” para las fuentes, a la vez que anunció que, desde hace tiempo, el Ayuntamiento está tratando de catalogarlas, trabajo que no es sencillo porque muchas de ellas están enclavadas en propiedades privadas.

No obstante, precisó que es necesario “acelerar” su catalogación y aseguró que un “equipo” está trabajando para localizar e inventariar las fuentes porque muchas corren un “serio riesgo de desaparecer”. Una vez elaborado el catálogo, el Ayuntamiento instará a la Junta a que vele y garantice su protección integral.

Además, reconoció el trabajo realizado en los últimos años por varios colectivos como Adalia, Pangea Verde o Proculto para recuperar y preservar las fuentes, en el que también se han implicado ciudadanos particulares