“Es una catástrofe”. De esta forma, el presidente de la cooperativa de pistachos Naturduero de Toro, Jorge Domínguez, ha valorado los severos daños que las heladas tardías registradas a finales de abril han provocado en el cultivo y que podrían ocasionar una reducción a la mitad de la cosecha que la sociedad tenía previsto recolectar y procesar este año.

En su caso, Domínguez cifró en más de un 50% la “producción” que ha resultado dañada, mientras que el resto de pistacheros de su propiedad “están tocados”. Las pérdidas se pueden extrapolar a otros socios de la cooperativa que también han podido constatar en sus parcelas que los pistacheros están afectados por el descenso brusco de temperaturas registrado en las noches del 16 al 20 de abril.

Las variedades de pistacho más dañadas son aquellas más “adelantadas”, tales como la Golden o la Americana, mientras que en otras más tardías, como la Kerman o la Silora, la afección es menor.

Reconoció González que las heladas y los daños que han provocado en el cultivo condicionarán una campaña que había ilusionado a los socios de la cooperativa toresana porque el proceso de polinización se había desarrollado en óptimas condiciones por el viento y la ausencia de intensas lluvias.

Sin embargo, las heladas tardías han causado unos daños en los pistachos que, como apuntó Domínguez, “son irreparables” e incluso, a diferencia de los viñedos que pueden volver a brotar con una producción menor, los plantones del cultivo leñoso “pueden seguir tocados el próximo año”.

De hecho, reconoció que las yemas, “que estaban muy tiernas”, han resultado afectadas, así como las ramas que, al igual que sucede con el viñedo, se “queman” por las heladas tardías y presentan un color negruzco.

Parcela de pistacheros en la zona que ha resultado afectada por las heladas tardías Cedida

La consecuencia, como lamentó Domínguez, es que la cosecha de pistachos que los socios aportan a la cooperativa podría reducirse a la mitad, aunque la cantidad final de fruto dependerá de si las nuevas hectáreas que este año entran en producción han resultado afectadas. Remarcó Domínguez que en la campaña del 2020 la cooperativa Naturduero recolectó y procesó cerca de 12.000 kilos de pistacho, cantidad que, en principio, este año no será tan elevada porque “la mayoría” de los plantones de los socios están dañados.

Por otra parte, subrayó que los agricultores que apuestan por un cultivo alternativo como el pistacho son conscientes de que, según diversos estudios, en provincias como Zamora se pueden producir heladas tardías que pueden echar a perder la cosecha, aunque también matizó que desde hace tres años no se registraban en la zona.

Este riesgo, sumado a un descenso del precio que los productores perciben por sus cosechas, puede frenar en parte la expansión que en los últimos años ha experimentado el pistacho en la provincia frente a otros cultivos más tradicionales.

En este punto, Domínguez anunció que la Asociación Nacional del Pistacho, de la que forma parte la cooperativa toresana, solicitará una reunión con el Ministerio de Agricultura en la que planteará la necesidad de que los productores puedan suscribir seguros que cubran los daños provocados por heladas tardías en los pistachos porque, en la actualidad, tan solo incluyen los ocasionados por otros fenómenos como el pedrisco.

Desde su fundación en 2019, la Asociación Nacional del Pistacho se marcó varios objetivos como conseguir la cobertura de los seguros agrarios, ayudas a nivel nacional para la implantación de pistacheros o la cooperación con las administraciones para el estudio del cultivo.

La cooperativa Naturduero, la primera creada por productores de pistacho de Castilla y León, cuenta con más de medio centenar de socios y desarrolla su actividad en una nave enclavada en Toro.