Los dos sondeos realizados en la calle El Canto y encargados por el Ayuntamiento para conocer el estado real del terreno y monitorizar la posible existencia de agua, con el fin de determinar las causas que han obligado a desalojar dos viviendas y a derribar otras cinco para evitar que cayeran al fondo del barranco por los desprendimientos detectados en el Puerto de la Magdalena, han servido para concretar las medidas que es preciso adoptar para minimizar el riesgo de que más edificaciones puedan sufrir daños.

En respuesta a una pregunta formulada por Ciudadanos, la concejalía de Obras ha recordado que, después de proceder al derribo urgente y controlado de las cinco construcciones situadas al borde del barranco para “que no sufrieran colapso” y cayeran al fondo, ha proseguido la ejecución del proyecto de cambio de las tuberías de las redes de abastecimiento y saneamiento en la calle El Canto.

No obstante, la concejalía de Obras ha aclarado que ningún informe técnico ha asegurado por el momento que la causa de las patologías de las dos viviendas que han tenido que ser desalojadas se deben exclusivamente al estado de las redes, ya que el Ayuntamiento tiene constancia de la existencia de un túnel o pasadizo que “baja desde el parque superior hasta la calle” frente a las citadas edificaciones.

Además, se ha podido constatar que el tipo de terreno sobre el que se asientan las casas es fácilmente disgregable y más ante la presencia de agua que “puede deslavar los finos y hacer que pierda aún más la cohesión del mismo”. Al margen de derribar cinco edificaciones enclavadas en el borde del Puerto de la Magdalena, el departamento de Obras se ha puesto en contacto con geólogos, aunque también ha encargado dos sondeos en la calle El Canto y el informe técnico resultante apunta varias soluciones para subsanar las deficiencias que presentan las dos viviendas que han tenido que ser desalojadas por prevención. Entre otras actuaciones, el informe técnico apunta como posibles soluciones realizar un recalce de las cimentaciones de las edificaciones con micropilotes e inyectar al terreno lechadas de microcemento o resinas.