Las obras de restauración que se ejecutarán en la iglesia de La Trinidad para subsanar las deficiencias que, principalmente afectan a la capilla mayor, han obligado a trasladar a la Colegiata una imagen por la que los vecinos de Toro sienten especial devoción y uno de los emblemas de su Semana Santa: el Cristo del Amparo.

Un reducido grupo de hermanos de la cofradía ha llevado a cabo el traslado, para poder respetar las medidas de prevención impuestas por la pandemia del COVID. En primer lugar, los cofrades bajaron con una cadena y una polea la imponente imagen del altar de La Trinidad en el que es venerada.

Con sumo cuidado para no dañar la talla del siglo XVI y atribuida a Juan de Juni, los cofrades la portaron a hombros y sin andas por las calles que separan La Trinidad de la Colegiata, en la que fue introducida por el portalón de acceso a la capilla del Pórtico de la Majestad.

La talla del Cristo del Amparo fue depositada sobre una hilera de bancos de madera dispuestos en la capilla para, antes de finalizar el traslado a su nueva ubicación, proceder a su limpieza.

Cofrades proceden a la limpieza de la imagen antes de reubicarla en La Colegiata M. J. C.

Acto seguido, los cofrades cargaron de nuevo con la talla del Crucificado para aproximarla hasta un andamio, que fue necesario instalar en el interior de la Colegiata para llevar a cabo su elevación con una polea y una cadena y reubicarla sobre unos robustos soportes colocados en uno de los muros laterales situado junto a la puerta de entrada al Pórtico de la Majestad desde el interior del templo.

El Cristo del Amparo permanecerá en La Colegiata hasta que finalicen las obras de restauración de la iglesia de La Trinidad, que desde el inicio de la pandemia permanece cerrada al culto por las deficiencias que presenta.

Iglesia parroquial de La Trinidad en la que se ejecutarán obras de restauración M. J. C.

El párroco, Jesús Campos, explicó que el proyecto, que está en fase de redacción, servirá para subsanar de una “forma integral” los daños detectados y que, especialmente, afectan a la capilla mayor.

En concreto, la capilla mayor cuenta con un “techo raso de escayola que se está desprendiendo”, como consecuencia de las deficiencias arquitectónicas que presentan los muros del testero del templo.

Para evitar posibles daños, se ha decidido trasladar el Cristo del Amparo a la Colegiata, en la que “estará más protegido” y en la que permanecerá hasta que concluyan las obras de restauración.

Por último, el párroco resaltó que la cofradía del Cristo del Amparo celebrará el Lunes Santo en la Colegiata el solemne Miserere y la lectura del manifiesto.