La situación de crisis sanitaria provocada por el COVID privará a la ciudad de Toro de poder revivir este año la tradicional fiesta del Santo Ángel de la Guarda que, además, es el patrón de la Policía Local. La junta directiva de la cofradía ha decidido suspender todos los actos relacionados con la festividad del Santo Ángel de la Guarda que, cada año, se celebraba el primer domingo de marzo.

Así, este año la cofradía no celebrará la tradicional eucaristía en honor del Santo Ángel de la Guarda y la procesión por las calles de la ciudad de Toro en la que la venerada imagen es portada por los cofrades y los miembros de la Policía Local. De hecho, cada año, al margen de los citados actos, con motivo de la fiesta del Santo Ángel de la Guarda también se organiza un acto institucional de reconocimiento a los agentes del Cuerpo de Seguridad al que, además de los familiares o autoridades locales también asisten representantes de la cofradía toresana.

Al margen de suspender todos los actos de la cofradía, la junta directiva también ha decidido que la cuota correspondiente al 2021 no se pasará al cobro a los hermanos. Además, ha confirmado que se mantiene el orden de lista establecido para, si es posible, organizar la fiesta en 2022. En este sentido, precisó que el próximo año los hermanos que desempeñarán el cargo de abad son Nieves Boria, Manuel Lángara, Ángel Martín y Ángel Sánchez, mientras que los mayordomos serán los cofrades Pedro Casares, Florencio González, Benito Martín y Antonio Sastre.

La cofradía conmemoró en 2019 cuatro siglos de antigüedad. Su fundación se remonta a agosto de 1619 cuando un grupo de toresanos reunidos en la iglesia de Santa Tomás Cantuariense impulsaron su creación para honrar y encomendarse al Santo Ángel de la Guarda, imagen muy venerada en la ciudad y, de forma especial, por cofrades y agentes de la Policía Local.