“Cada vez es más grande el agujero”. De esta manera, vecinos de Toro han mostrado su preocupación por una cesión de terreno que afecta al barranco del Puerto de la Magdalena y que en los últimos días ha adquirido mayores dimensiones. Las lluvias registradas en las últimas semanas y el viento podrían estar detrás de la mayor erosión del “agujero” detectado en las barranqueras del Puerto de la Magdalena, que se asientan sobre un terreno que se disgrega con facilidad, por lo que, como reclaman algunos vecinos, sería necesario adoptar medidas con urgencia para evitar que el proceso de cesión de uno de los laterales se acelere y ocasiones mayores daños.

Precisamente sobre el lateral del Puerto de la Magdalena degradado se asientan varias edificaciones y, aunque en la actualidad no están habitadas, si no se interviene con diligencia “es probable que puedan acabar en el fondo del barranco”, apuntaron algunos vecinos.

Aunque el primer hundimiento considerable del terreno fue detectado el pasado mes de octubre, en los últimos días se han producido nuevas cesiones formando un gran socavón que se puede apreciar desde cualquier punto del mirador de la Magdalena. Ya entonces, se barajó como causa más probable del desplome del terreno el agua acumulada en el subsuelo por dos averías en tuberías de la calle El Canto y que se había filtrado por las cárcavas del Puerto de la Magdalena.

Ambas averías fueron reparadas por operarios del servicio municipal de agua, aunque también se realizaron varias catas en la zona para buscar la causa de la retención del líquido, con el objetivo de constatar si su acumulación en el subsuelo y posterior filtración al terreno guarda relación con la cesión.

Además, el Ayuntamiento decidió invertir parte de una subvención del Fondo de Cooperación Local General de la Junta, correspondiente a la convocatoria del 2020, en la ejecución del proyecto de renovación de las redes de abastecimiento y de saneamiento de la calle El Canto, obras que se acometen en la actualidad.

Con el paso del tiempo, las barranqueras del Puerto de la Magdalena han sufrido una importante erosión por el efecto de las lluvias y del viento, desgaste natural que en uno de sus laterales se ha acelerado en los últimos meses, a lo que ha contribuido la filtración de agua a través de sus cárcavas. Las cesiones suponen también un riesgo para las viviendas construidas sobre un lateral de las barranqueras que se edificaron sobre un terreno más firme.

Vecinos de la zona reclaman que se adopten soluciones para frenar la erosión de un paraje natural de gran belleza, aunque también alertan de que algunas personas “incívicas” arrojan basura y residuos por el barranco, lo que contribuye a su mayor degradación.