El Ayuntamiento de Toro instará a la Gerencia Territorial del Catastro a iniciar una “investigación real” sobre la titularidad de la carretera que une el barrio del Canto con el puente de hierro, al objeto de dirimir las dudas sobre su propiedad y con el fin de que la administración competente acometa su urgente renovación. La concejala de Obras y Urbanismo, Ruth Martín, recordó que, en abril de 2016, el Ayuntamiento ya solicitó a la administración que aparecía como titular en el Catastro, el antiguo Ministerio de Obras Públicas, la reparación de la vía. Meses después, la Dirección General de Carreteras, tras realizar las pertinentes investigaciones, comunicó por escrito al Ayuntamiento de Toro que la carretera “no tiene relación” con la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), como se barajó en un principio.

Aunque el Ayuntamiento solicitó posteriormente y en varias ocasiones a la Subdelegación del Gobierno que procediera a la reparación de la carretera tras constatar que no estaba incluida en el registro de bienes municipales, en febrero de 2018 recibió otra comunicación que confirmaba que su titularidad no correspondía al Ministerio de Fomento y que se estaban realizando los trámites oportunos para regularizar la situación catastral de la parcela. Un mes después, la Gerencia Territorial del Catastro notificó al Ayuntamiento que la Unidad de Carreteras manifestaba no ser la propietaria de la vía y que había solicitado la baja de la titularidad catastral. En la actualidad, como apuntó la edil de Obras, en la certificación catastral se puede comprobar que la titularidad de la vía está “en investigación”, por lo que el equipo de Gobierno considera que el Ayuntamiento “no puede hacerse cargo del mantenimiento de una carretera en ese estado sin estar seguro de su titularidad”. Por este motivo, instará a la Gerencia Territorial del Catastro a que lleve a cabo una “investigación real”, tras valorar que reclamar la titularidad del Ayuntamiento “sería una gran irresponsabilidad” además de una “carga importante” para las arcas municipales, porque la adecuación de la carretera precisa una elevada inversión.