Las lluvias de la última semana han llenado la cuenca del Duero hasta aumentar significativamente el caudal del río principal, que ayer crecía a un ritmo muy rápido a su paso por la ciudad de Toro.

Desde primera hora de la mañana la agrupación local de Protección Civil se preparaba para la inminente crecida del río, estando atenta ante cualquier incidente que se pudiera producir como consecuencia de la subida del nivel del agua, así como para cortar algunos de los caminos que desembocan en los puentes sobre el río Duero en Toro.

A las 10 de la mañana, la altura del agua era de 2,80 metros y el caudal de 499 metros cúbicos por segundo, y en solo una hora el nivel del agua ya había subido hasta los 3,62 metros y el caudal era de 683 metros cúbicos por segundo.

Varias personas observan la crecida en las inmediaciones del puente de piedra. | M. J. C.

Este inusual ritmo de crecimiento llevó al ayuntamiento que preside Tomás del Bien a ordenar el cierre inmediato de los caminos adyacentes al Puente Mayor y los del paraje de La Bardada. Además, se procedió a activar el nivel de alerta de avenidas y efectivos de Protección Civil estaban desplegados en la zona para informar del peligro y de la prohibición del paso a algunos curiosos que se acercaban a tomar fotografías de la impresionante crecida. El ayuntamiento llamaba a los ciudadanos a retirar enseres y animales de las fincas más cercanas al Duero.

El mirador del Espolón era otro lugar, más seguro, desde el que muchos toresanos divisaban la cantidad de agua que traía el Duero y la fuerza con la que esta atravesaba los ojos del puente de Piedra, y cómo algunos de los caminos de la ribera por los que habitualmente se puede pasear habían quedado ocultos debajo del agua.

A las siete de la tarde el caudal ya se acercaba a los 900 metros cúbicos por segundo y el río alcanzaba una altura de 4,45 metros