El Ayuntamiento de Toro instará a la Junta, a través de una moción que el equipo de Gobierno elevará al Pleno, a que inicie el expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el Real monasterio de Santa Clara y el convento de la Purísima Concepción, habitado por hermanas de la orden de las Mercedarias Descalzas. El alcalde, Tomás del Bien, justificó la decisión de solicitar al Gobierno regional que inicie el trámite para que ambos monasterios obtengan el reconocimiento de BIC en que la declaración implica una mayor protección para dos conjuntos monumentales y artísticos, que definió como “espectaculares”. Para Del Bien “ha llegado el momento” de que la Junta declare BIC ambos monasterios “por méritos propios”, a la vez que recordó que la vigente Ley de Patrimonio de Castilla y León permite a cualquier particular o institución solicitar el inicio del preceptivo expediente.

El Ayuntamiento de Toro ha decidido ahora elevar la petición a la Junta porque, como precisó el alcalde, “creemos que los dos conventos merecen tener una protección especial”, tal y como ya sucede con otros dos monasterios que se conservan en la ciudad, el Sancti Spíritus y el de Santa Sofía.

Por otra parte, el alcalde precisó que, aunque el Real Monasterio de Santa Clara permanece en la actualidad cerrado, después de que en junio de 2019 las últimas hermanas clarisas fueran trasladadas a otro convento de la Orden en la capital zamorana, es preciso dotar al edificio de una mayor protección, porque “no está claro” el futuro destino del monumento.

El Real Monasterio de Santa Clara, según el historiador José Navarro Talegón, es el más antiguo de los asentamientos de órdenes mendicantes que se establecieron en la ciudad y, al parecer, las primeras religiosas que fundaron el convento toresano procedían de otro de la misma orden enclavado en Salamanca. No obstante, las discrepancias sobre el origen del monasterio surgieron, como apunta el historiador, al precisar la identidad de la fundadora y la fecha de la fundación, fijada en 1255 en el texto epigráfico que ilustraba el antiguo sepulcro de la infanta Doña Berenguela, hija primogénita de Alfonso X El Sabio y de la reina Violante de Aragón, así como en el ataúd de madera al que trasladaron sus restos al convento en 1772 y en el escudo del siglo XVII que campea a la entrada de la portería del edificio. En el marco de un congreso internacional sobre las clarisas en España y Portugal, el historiador toresano expuso durante una ponencia cómo se compatibilizaba la fecha fundacional de 1255 con el papel desempeñado por Doña Berenguela y que, en su opinión, no fue el de fundadora sino el de reconstructora o restauradora del convento, para lo que contó con el concurso de su cuñada, la reina María de Molina, señora de Toro desde 1283.

Del interior del Real monasterio de Santa Clara, destacan el claustro central del siglo XVIII, patio rodeado de doble galería de ladrillo o la sillería del coro, una importante obra del periodo medieval. En cuanto al monasterio de la Purísima Concepción, Del Bien resaltó que, con toda probabilidad, “es el palacio civil mejor conservado de la Edad Moderna en Toro”. En concreto, el antiguo edificio palaciego del siglo XVI perteneció a Juan de Ulloa y, tras la reconstrucción impulsada por su viuda, fue donado a la Orden Mercedaria en el siglo XVIII, religiosas que lo han mantenido prácticamente intacto, pese a algunas reformas recientes. Sobre el citado monasterio, Del Bien recordó que en el año 2014 el antiguo comisionado de Patrimonio en la provincia, Luis Vasallo Toranzo, emitió un informe para que la Junta incoara el correspondiente expediente para su catalogación como BIC. Del edificio destacan, entre otras estancias, su patio central y la escalera y, en horario de culto, se puede admirar su capilla, de una sola nave y cubierta por un artesonado de madera.

LA CIUDAD REÚNE TRECE MONUMENTOS RECONOCIDOS POR SU VALOR HISTÓRICO

De prosperar la moción que el Ayuntamiento remitirá a la Junta, la ciudad sumaría dos nuevos BIC a los 13 reconocimientos especiales de protección que acumula la ciudad. El más antiguo data de 1892, año en el que la Colegiata de Toro fue catalogada como BIC, mientras que en 1929 otros tres monumentos de la ciudad, las iglesias de San Pedro del Olmo, San Lorenzo y San Salvador, obtuvieron el mismo reconocimiento por su valor histórico y artístico. Un año después se concedió la misma distinción a la ermita de Santa María de la Vega, más conocida como la ermita del Cristo de las Batallas y, en 1943, se otorgó idéntico grado de protección al monasterio del Sancti Spíritus. Dos décadas después, fue reconocido como BIC el conjunto histórico artístico de Toro y sería necesario esperar hasta 2008 para que dos de los monumentos más destacados de la ciudad, la plaza de toros y el Teatro Latorre, consiguieran la declaración. Al año siguiente, fueron aprobados los expedientes incoados para catalogar como BIC el Puente Mayor de Toro y el relativo a la iglesia del Santo Sepulcro. El Alcázar de Toro también cuenta con la misma distinción desde el año 2012 y el último monumento que ha obtenido la declaración BIC es el convento de Santa Sofía, tras su aprobación por parte de la Junta el 4 de mayo de 2017. Ahora, el Ayuntamiento solicitará mayor protección para preservar los conventos de Santa Clara y el de las Mercedarias, aunque también en varias ocasiones ha reclamado que el paraje en el que el 1 de marzo de 1476 se libró la Batalla de Toro sea declarado BIC, en la categoría de “sitio histórico”, petición que por el momento no ha sido aceptada.