El Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora inició en el mes de febrero una investigación para averiguar la posible comercialización de ganado ovino y caprino con origen en una explotación inmovilizada por el Servicio de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León en el año 2015, y cuyo destino final era el consumo humano.

Tras diferentes gestiones y en colaboración con la Policía Local de Toro se procedió a la inspección de la explotación ganadera inmovilizada en coordinación con los Servicios Veterinarios Oficiales de la Junta de Castilla y León, y se confirmó que el titular de la cabaña ganadera carecía de cualquier tipo de documentación que amparase la misma, así como la trazabilidad de los lechazos criados durante los últimos años que habían sido vendidos a particulares y tratantes de ganado, con destino a la cadena alimentaria a disposición del consumidor final, sin los controles, análisis pertinentes, y prescripciones zoosanitarios desde la explotación hasta matadero autorizado, pudiendo suponer un riesgo para la salud de los consumidores finales.

El ganadero y un tratante, acusados de delitos contra la salud pública y falsificación documental

Debido a todo ello, en el presente mes de diciembre y dentro de la intensificación de diferentes controles que las Unidades del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) vienen realizando en la campaña navideña para el control de lechazos con Índice Geográfico Protegido (IGP) y el control de importaciones de otros países productores, se procedió a la investigación como supuestos autores de delitos contra la salud pública y falsificación de documento público del titular de la explotación inmovilizada y el tratante de ganado que introducía en el mercado los lechazos sin ningún tipo de control.

Las diligencias se encuentran en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Toro, así como en la Fiscalía de Medio Ambiente de la Audiencia Provincial de Zamora.