La Denominación de Origen del Vino de Toro encara la recta final de la campaña de vendimia y la gran mayoría de las bodegas han cerrado ya sus puertas a la recepción de uva para comenzar a elaborar los tintos y blancos de la nueva añada. El Consejo Regulador confirmó ayer que en la Denominación de Origen ya se han recolectado un total de 19.037.685 kilos de uva de las cuatro variedades autorizadas en la zona, por lo que la cosecha superará a la del pasado año, cuando se recogieron cerca de 17 millones de kilos. Los datos sobre el fruto ya recolectado parecen indicar que podrían cumplirse las previsiones iniciales sobre la cosecha realizadas por el órgano vinícola toresano que, al inicio de la campaña vendimia, estimó que la producción total rondaría entre 20 y 22 millones de kilos de uva.

De los más de 19 millones de kilos de uva ya recogidos y recepcionados por las bodegas, un total de 17.575.864 se corresponden con la uva autóctona de la zona, la tinta de Toro, mientras que de la otra variedad tinta autorizada, la garnacha, los viticultores y las bodegas han recolectado un total de 313.316 kilos. En cuanto a las variedades de uva blanca, según los datos aportados por el Consejo Regulador, en la presente campaña se han cosechado un total de 613.553 kilos de malvasía castellana y 534.952 kilos de verdejo.

De las 65 bodegas que forman parte de la Denominación de Origen Toro, al menos nueve siguen inmersas en la campaña, mientras que el resto ya han concluido la recolección y han iniciado el proceso de elaboración de los vinos de la añada del 2020. La campaña se está desarrollando sin problemas en Toro, a pesar de que viticultores y bodegas, además de acatar las normas propias de la vendimia, han tenido que adoptar otras adicionales para prevenir contagios por COVID entre temporeros y trabajadores. Todos los parámetros apuntan a la buena calidad del fruto recolectado en la presente campaña, que comenzó a principios de septiembre aunque no se generalizó hasta mediados del citado mes.