El agua acumulada en el subsuelo por dos averías en tuberías de conducción de agua detectadas en la calle Canto y que se habría filtrado por las cárcavas del Puerto de la Magdalena, se baraja como la causa más probable de la cesión de terreno detectada en el barranco del paraje natural y que el Ayuntamiento de Toro vigila para controlar si se producen nuevos desprendimientos. La concejala de Obras, Ruth Martín, explicó que, a lo largo de los últimos días, se han detectado dos fugas en “puntos distintos” de la calle El Canto que, en principio, “podrían ser antiguas” y que además han sido localizadas “a una profundidad considerable”.

Trabajadores del servicio municipal de agua en Toro han procedido a reparar las tuberías dañadas aunque, como precisó Martín, “sigue saliendo un hilo de agua” por el barranco del Puerto de la Magdalena, lo que podría evidenciar que, como consecuencia de ambas averías, el agua se ha acumulado en el subsuelo de la calle y ha buscado “una salida natural” por las cárcavas. Para llegar a esta conclusión, se han realizado diversas catas en la calle para buscar la causa de la retención de agua, catas que han permitido constatar su acumulación en el subsuelo y su posterior filtración al terreno que conforma los barrancos del Puerto de la Magdalena. La salida de agua por las cárcavas ha provocado un desprendimiento de considerables dimensiones en el barranco que, como puntualizó la concejala de Obras, se asienta sobre “un terreno fácilmente disgregable”. Además, precisó que el barranco “se ha ido erosionando” con el paso del tiempo por efecto de la lluvia y del viento, desgaste que en un lateral se ha acelerado en los últimos días por las filtraciones de agua a través de las cárcavas. Por este motivo, el Ayuntamiento de Toro vigilará y realizará un seguimiento de las filtraciones, con el objetivo de comprobar si cesan tras reparar las averías o si prosiguen en los próximos días.

En cuanto a las viviendas situadas junto al inicio del barranco del Puerto de la Magdalena en uno de sus laterales, subrayó que, en la actualidad, están deshabitadas y que una de ellas iba a ser alquilada, pero por precaución no será arrendada hasta constatar que no existen riesgos de un posible hundimiento. En este punto, Martín reconoció que cuando fueron construidas las citadas viviendas se edificaron sobre un terreno más firme que, con el paso del tiempo, se ha ido erosionando como todo el barranco por el agua de lluvia y por el viento.

Por otra parte, las catas realizadas para localizar las averías han permitido constatar que por la calle El Canto podría discurrir una antigua galería no documentada que, según testimonios aportados por los vecinos, ya fue descubierta hace unas tres décadas cuando en la zona se registró otra avería en la red de agua, aunque fue tapada para evitar posibles incidentes. En este sentido, Martín recordó que el subsuelo de Toro está horadado no solo por bodegas sino también por galerías que, hace siglos, cumplían la función de conectar edificios nobles y religiosos. En principio, se baraja la posibilidad de que la galería que discurre por El Canto esté conectada con el mirador de La Magdalena y finalice en los patios del monasterio del Sancti Spíritus.