El IES González Allende y el IES Cardenal Pardo Tavera han retomado la actividad lectiva con el comienzo de las clases para los alumnos de Secundaria y Bachillerato. Un inicio con mucha incertidumbre. Los institutos de la ciudad seguirán un estricto protocolo de prevención y organización para hacer frente a la crisis sanitaria.

En cada centro educativo se conformará un equipo coordinador de las diferentes medidas a desarrollar para este curso académico 2020/2021 que, sin duda, será más que atípico e inusual. El objetivo principal es garantizar la seguridad y la salud del personal y del alumnado frente al coronavirus.

En lo relativo a la organización, puede haber medidas que limiten el desarrollo de ciertas actividades o metodologías, que se deberán flexibilizar, adaptándose al momento epidemiológico, siendo más o menos restrictivas según la valoración riesgo-beneficio del momento, como el desarrollo de actividades complementarias fuera del centro, campeonatos deportivos, certámenes o festivales culturales.

Entre las medidas específicas, cabe destacar el uso obligatorio de la mascarilla, el uso de geles hidroalcohólicos que ambos institutos han implantado en los diferentes espacios de los recintos y el respetar la distancia de seguridad.

En cuanto a los accesos, se han establecido una pluralidad de accesos, tantos como sean posibles en cada centro, y todos controlados por el personal educativo. Además, en ambos institutos cermeños se han señalizado las vías de acceso y evacuación en cada una de las zonas de los edificios.

Como manifiestan desde uno de los centros, el IES Cardenal Pardo Tavera, “en las instalaciones no se puede permanecer en el vestíbulo, en el pasillo o en otras zonas comunes”. “Las clases darán comienzo cuando se haya cumplido el protocolo COVID”, señalan.