Cada vez son más los pueblos de nuestra provincia que carecen de comercios, lo que dificulta enormemente la compra de alimentos por parte de los ciudadanos de estos. Un servicio tan necesario, pero que se ve dificultado en muchas de las localidades zamoranas debido a la falta de pequeñas tiendas locales.

Un joven toresano ha decidido poner en marcha una pequeña empresa ambulante de alimentos con la finalidad principal de satisfacer y abastecer a todos estos pueblos de nuestra provincia.

Su nombre es Josué Bermejo, natural de la ciudad de Toro, encargado también de realizar la presentación del desfile de las peñas, más conocido como “La Mojada”, en las Ferias y Fiestas de San Agustín, junto a otro cermeño, Samuel Rollón. Josué ha realizado una gran inversión y ha puesto en marcha la empresa Almíbar.

“Toda esta idea viene de muchos años atrás. Yo me he criado con mi abuelo y, desde bien pequeño, ya acudía a vender a los mercados. Los mercados de antes, en los que se ganaban familias más que clientes. A mí me encantaba. Mi padre también se ha dedicado a esto y es un verdadero honor seguir sus pasos. Yo hacía ferias con mi tía Paquita, conocida en el pueblo como “La Fancha”, a la que le estoy muy agradecido por todos estos años. La verdad es que siempre me ha encantado todo esto. A raíz de eso, tenía esta idea ya rondando por la cabeza y, tras barajarlo bien, decidí ponerla en marcha”, declara Josué.

Un toresano que ha vivido desde niño los mercados y los comercios y que ha decidido realizar una gran inversión para, como bien manifiesta, “intentar revivir un poco los pueblos de nuestra provincia”. “Al final muchas localidades de Zamora carecen de comercios y hay vecinos que, por ciertas circunstancias, no pueden desplazarse a otros pueblos o municipios cercanos. Yo trato de abastecer de productos gastronómicos de nuestra tierra, fundamentalmente de Toro, pero también de toda la provincia en general, a todas esas personas del mundo rural que ven como van perdiendo unos servicios que son tan necesarios para el día a día”, afirma.

Y es que el número de pueblos sin comercios va creciendo en nuestra provincia y muchos vecinos no pueden adquirir productos tan básicos como son el pan, la leche, huevos o aceite. Por desgracia, se trata de un problema que lleva surgiendo varios años, pero que parece que cada vez, lamentablemente, va adquiriendo mayor gravedad. Ahora, con la pandemia por la que estamos pasando, los pueblos han adquirido mayor valor pero, como explicó el escritor Víctor Guiu, autor del libro “Lo rural ha muerto. Viva lo rural. Otro puñetero libro sobre la despoblación” , “la memoria es muy frágil”.

“Yo he decidido emprender e invertir en este proyecto con el objetivo de poner mi granito de arena e intentar solucionar esta falta de comercios, que se da en una pluralidad de localidades de nuestra provincia”, afirma Josué, el cual añade que “los productos con los que trabajo son la mayoría de Toro. Artesanales, sobre todo. Siempre trato de llevar a mi pueblo por bandera y comercializar y sacar adelante los productos toresanos, que son realmente una maravilla. También tengo productos de Zamora y de Castilla y León. Por todos es sabido que en nuestra tierra tenemos unos productos gastronómicos realmente extraordinarios”.

Un joven que ha decidido emprender en la denominada España vacía y que, sobre todo, disfruta haciendo su trabajo. “Yo voy con una alegría inmensa a vender por los pueblos. Disfruto mucho haciendo feliz a los que acuden a comprar. Para mí, es muy gratificante porque creo que les estoy dando un servicio más que necesario ya que, si no, muchos no tendrían ninguna otra opción donde comprar”, explica. “Además, hablo mucho con los clientes y trato de hacerles pasar un buen rato, y más ahora por la época por la que estamos pasando con la pandemia del coronavirus. Es necesario hacer que desconecten un poco”.

Una situación sanitaria que no ha frenado al joven cermeño. “Yo empecé tras el confinamiento. He adoptado todas las medidas necesarias y, ahora, con más razón incluso, me satisface más el realizar este trabajo, ya que hay muchos vecinos que no pueden salir de sus pueblos para nada y que viven con un poco de miedo, como todos, debido a esta pandemia”, declara. “Por eso que ahora es más necesario que nunca, ya no el vender los productos, sino hacerlo con alegría y hacer que todas esas personas del maravilloso mundo rural puedan pasar un buen rato y olvidarse de todo. Esto es lo fundamental, actuar con alegría siempre”, añade.

En Zamora, la despoblación es un problema muy a tener en cuenta. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la provincia perdió alrededor de 2.000 habitantes durante el año 2019. Las comarcas y los pueblos decrecen.

“A mí la verdad que me da cierta pena ver a los pueblos así. En verano sí que es cierto que ha habido mucha gente que se ha venido a los pueblos, pero a ver ahora lo que pasa. Ojalá vuelvan a crecer y, por lo menos, los pocos servicios con los que cuentan, no los pierdan”, manifiesta el toresano Josué que, junto a su pequeño camión, recorre un gran número de pueblos de la provincia durante todas las semanas.

“Podrá sonar repetitivo, pero a mí es que me hace muy feliz. El repartir por los pueblos dando un servicio tan necesario me hace enormemente feliz y disfruto mucho con lo que hago. Es así de cierto”, insiste.

Un emprendedor joven y toresano, que ha puesto en marcha una idea que tenía en mente durante muchos años y que realiza un labor realmente encomiable, dotando y abasteciendo de productos gastronómicos de la zona a aquellos pueblos zamoranos que carecen de tiendas y comercios locales. Una empresa, Almíbar, en la que, como afirma Josué, “siempre se saca un 90/10. 10 de producto y 90 de cariño”.