A mediados del mes de mayo, con mucha cautela e incertidumbre por saber lo que podría suceder, los comercios de Toro abrían sus puertas, de nuevo, tras el confinamiento. Ahora, tras haber pasado gran parte del periodo estival, época en la que las ventas crecen de manera más que notable debido fundamentalmente al aumento de la población y del turismo en Toro, varios comerciantes de la ciudad afirman que “no ha ido del todo mal a pesar de la pandemia por la que estamos pasando y de las dificultades”.

“Es evidente que las ventas no han sido tan altas como otros veranos, pero, tal y cómo se puso la cosa debido al COVID-19, yo creo que todos, durante la cuarentena, hubiésemos firmado pasar el verano que estamos pasando ahora”, declara una comerciante. Y es que, a pesar de la situación sanitaria, Toro ha contado con índices de población muy altos durante los meses de julio y agosto.

“Yo he notado que ha habido mucha gente. Quizás es que los pueblos ahora han adquirido más importancia. Todos los que han podido venirse de las ciudades, se han venido, por lo que hemos tenido unos meses con bastante gente en el pueblo”, manifiesta.

El comercio se trata de uno de los pilares de la economía local. La ciudad cuenta con múltiples pequeños negocios que, siguiendo todas las medidas sanitarias, están sobreviviendo a esta etapa gris por la que estamos pasando, no solo en España, sino también a nivel internacional.

“Dentro del local solo puede haber una persona, el resto tiene que esperar a fuera. Además, hemos instalado mamparas para evitar el contacto y es obligatorio el uso de la mascarilla y de gel desinfectante tanto al entrar como al salir del establecimiento”, declara un comerciante, el cual reclama que “los comercios locales son muy necesarios y hay que evitar que estos mueran”.

Además, la CEOE y Azeco, dentro de una iniciativa en la que el Ayuntamiento de la ciudad colaboró, dotaron durante el inicio de la “nueva normalidad” a estos pequeños comercios de un kit de material de protección, con el objetivo principal de garantizar la salud de los trabajadores y los clientes. También la Subdelegación del Gobierno y la Diputación de Zamora facilitó mascarillas a todos los comerciantes de la ciudad de Toro.

“Gracias a la ayuda de ciertas instituciones y a la rebaja, en algunos casos, de los alquileres, pudimos pasar el bache”, afirma un comerciante. “Además también estamos sacando varias ofertas y promociones con el objetivo de llamar la atención al cliente”, añade.

Todos coinciden en que “las ventas podrían haber sido mayores”, pero también en que “han sido unos meses en los que la localidad ha aumentado la población”, lo que ha hecho que los comercios locales hayan podido “sobrevivir”.

“Ha sido un mes de agosto muy diferente, pero la gente ha estado en Toro igual. Yo, la verdad, no he notado mucha diferencia en cuanto a eso. Creo que incluso este agosto ha habido más que algún que otro año en el pueblo. Según se puso la cosa al principio, creo que no nos podemos quejar, aunque es obvio que la situación sanitaria ha hecho bajar las ventas”, afirma una propietaria de un comercio en la calle Puerta del Mercado, una de las calles que cuenta con más negocios locales.

Sin duda, un verano muy inusual y atípico, pero con gran afluencia de población en la ciudad cermeña. Un beneficio para los comercios locales, que siguen sobreviviendo a pesar de las dificultades provocadas, principalmente hoy en día, por la maldita pandemia del coronavirus.