Toro vive estos días sin Ferias y Fiestas de San Agustín. En el día de su patrón, el alcalde del municipio, Tomás del Bien, explica que no se recuerda otra suspensión de los festejos, por lo que es una situación rara para los toresanos en unas fechas en las que lo habitual es la afluencia de gente, el ambiente en las calles y la actividad incesante.

El municipio ha vivido momentos difíciles. La salud de los mayores y los efectos en la actividad económica han sido las mayores preocupaciones del alcalde durante la época más dura de la pandemia. Ahora apuesta por remar todos en la misma dirección para salir de esta situación “lo menos mal posible”.

–¿Cuál es el sentimiento tras la suspensión de las fiestas?

–El sentimiento es muy raro, de tristeza, porque piensas en qué estarías haciendo en un año normal y solo recuerdas alegría, diversión, gente por la calle, compartiendo, viviendo y la verdad es que la situación es complicada. De todas las fiestas que tiene Toro, San Agustín, junto a Carnavales, son las que más vive el pueblo. San Agustín es esencial para los toresanos, refleja nuestra personalidad y nuestra manera de ver las cosas. La gente lo lleva con resignación y estamos muy orgullosos del comportamiento del pueblo y de como están cumpliendo las normas los chavales.

–¿Cómo ha vivido Toro la pandemia?

–Ha sido difícil porque el virus ha hecho estragos en la ciudad porque tenemos una población envejecida y varias residencias de ancianos han sufrido mucho. Al principio, Toro también pasó muy mala racha porque nos dedicamos al sector primario y es el que no cerró. La gente tenía que seguir yendo a trabajar, a la fábrica de quesos, de embutidos, de azúcar, de galletas y al campo, y eso provocó que la pandemia incidiera un poco más que en otros sitios. Una vez pasado ese trance, la situación se ha estabilizado. Toro es una zona segura y hemos tomado decisiones drásticas complicadas y muy acertadas como el cierre de la piscina. Ahora estamos contentos de como se está desarrollando todo y pendientes de la vuelta a clase. –¿Cómo ha sido el comportamiento de los vecinos?

–Ejemplar. Desde el primer momento, la gente se ha comportado muy bien, ha cumplido las normas, aunque hay excepciones como en todos los sitios, por lo general el pueblo ha estado unido en esto. Hemos tenido apoyo de todos los sectores, por ejemplo de los agricultores para desinfectar calles, de los bomberos voluntarios, de Protección Civil y del comercio y la hostelería. La verdad es que hay un sentimiento de unión importante.

"Estamos muy orgullosos del comportamiento de los toresanos, ha sido ejemplar"

–¿Cuáles han sido las decisiones más difíciles?

–Han sido muchas, pero la más difícil fue decretar el cierre de la piscina porque los veranos son duros en Toro por el calor. Se decidió cerrar porque prima la salud y cuando nos mandaron la circular con las normas que había que cumplir, no nos vimos capaces de cumplirlas porque eran situaciones difíciles.

–¿En qué van a consistir las ayudas para empresas?

–Lo hemos llamado el Fondo COVID y va a haber varias ayudas. Una es la exención de la tasa de terrazas para los bares. Además, habrá un bono ciudadano de consumo de 5 euros por cada habitante censado en Toro por cada 20 euros de compra, con lo que vamos a dar un fuerte impulso para que se compre en el comercio local. También habrá subvenciones directas a empresas en función de su número de trabajadores. Vamos a destinar un total de 150.000 euros a este primer paquete de medidas. Obviamente, hay muchas cosas que este año no han funcionado, pero que estaban incluidas en el presupuesto, por lo que según avance el otoño, el dinero que sobre se destinará a otro segundo Fondo COVID. Las ayudas se convocarán a lo largo del mes de septiembre.

–¿Qué proyectos inmediatos tiene el Ayuntamiento?, ¿la pandemia cambia el planteamiento que tenía la institución?

–Sí que supone cambios porque hay mucho proyecto social que ahora es complicado hacer, como es el caso de iniciativas potentes a nivel turístico y cultural. Los proyectos que vamos a poner en marcha inmediatamente son obras a través del Plan Provincial de la Diputación. Empiezan las obras de dos calles y estamos trabajando desde hace un par de años en un proyecto importante que es el traslado del Ayuntamiento a la sede de Condes de Requena, que es una sede accesible, en un lugar con más aparcamiento y muchísimo más espacio. El traslado se va a producir en un mes y medio. Los proyectos que tenemos para el próximo año son la remodelación de las plazas de Santa Marina y San Agustín, y una reforma importante de la piscina municipal de verano.

–¿Van a seguir potenciando la cultura y el turismo?

–Sí, no entiendo la ciudad de Toro sin cultura y en estos cinco años, creo que se ha conseguido identificar a Toro en toda Castilla y León como una ciudad cultural por excelencia. Hemos lanzado la marca “Toro ciudad de la música” y ya nos están pidiendo que la potenciemos. Toro es una referencia en festivales y en turismo, además con la Ruta del Vino. No es un buen momento para el sector turístico, pero sí lo es para el turismo de interior y de cercanía, y para conocer las ciudades en unos días o un fin de semana. Toro para eso es perfecto porque todos los fines de semana ofrece alternativa cultural.

–¿Le preocupa la despoblación?

–Sí, Toro pierde como mínimo cien habitantes por año y los pueblos de la comarca han perdido mucha población. Es preocupante, es un problema estructural y el Estado tiene que poner remedio. Hay países donde estructuralmente la despoblación no se puede producir porque la industria está repartida. Hay que cambiar el modelo y el Estado tiene que apostar por Zamora en infraestructuras, equipamientos y ofrecer a las grandes multinacionales que pongan sus factorías repartidas por el territorio.

–¿Cree que saldrá adelante el proyecto de Monte la Reina?

–Soy muy positivo y creo que saldrá adelante, pero llevamos unos meses con un silencio podemos decir justificado por el COVID, pero preocupante porque Zamora ya estaba en situación de emergencia poblacional y económica. El Estado tenía que haber actuado hace muchos años porque le debe mucho a Zamora y creo que ya es el momento y que es un proyecto clave.