Los bomberos de Toro han honrado a su patrón, San Lorenzo, durante una fiesta en la que no se han podido celebrar actos tan arraigados en la ciudad como la tradicional procesión por las calles toresanas la fiesta infantil de la espuma o una verbena. Este año, por la pandemia del coronavirus, los bomberos han tenido que limitar los actos con los que, cada 10 de agosto, celebran la fiesta de San Lorenzo y que comparten con los toresanos. Así, la fiesta se ha reducido a una eucaristía oficiada en el convento de San José a la que, además de los bomberos de la ciudad, han asistido familiares, amigos, vecinos y representantes del Ayuntamiento, así como las religiosas Carmelitas que habitan el monasterio.
Durante la misa, los párrocos imploraron a la imagen de San Lorenzo, que presidió el altar mayor de la iglesia del convento, protección para los 14 bomberos de Toro en cada una de sus intervenciones, que se centran en la extinción de incendios, el rescate de personas atrapadas por accidentes de tráfico o el auxilio de vecinos que precisan su ayuda, aunque también participan en operativos de prevención y seguridad ciudadana.
Una vez finalizada la misa, los bomberos trasladaron la imagen de su patrón a la plaza en la que se enclava el convento de San José y en la que habían estacionado cuatro vehículos del Parque. La fiesta concluyó con la bendición de dos camiones y otros vehículos de intervención rápida y una foto de familia de los bomberos toresanos.