La crisis sanitaria ha obligado al Ayuntamiento de Toro a adoptar decisiones que han generado controversia en Toro y que han motivado opiniones enfrentadas, entre los partidarios de que se abra la piscina si se celebran eventos musicales y los que opinan que, por precaución, es preferible mantener el recinto de baño cerrado y apostar por la cultura como un factor para reactivar los sectores productivos que más han sufrido el impacto económico de la pandemia.

La disparidad de criterios se ha trasladado a las redes sociales en las que toresanos han plasmado sus quejas por el cierre de la piscina, cuando en la capital o Morales de Toro sus vecinos pueden disfrutar del baño. Además, acusan al Ayuntamiento de “escudarse” en el COVID para no abrir las instalaciones porque, en su opinión, la celebración de eventos culturales entraña un riesgo de contagio. Incluso, algunos vecinos han pedido en redes que los toresanos “luchen unidos” para exigir la apertura de la piscina o, al menos, para que el equipo de Gobierno explique los motivos del cierre, El Ayuntamiento comunicó el pasado mes de junio en un bando su decisión, tras valorar que la piscina “puede ser un potencial foco de contagio y que la salud está por encima de todo”, anuncio que generó críticas de aquellos que no compartían la decisión, pero también comprensión entre los vecinos que consideran que, este año y para prevenir posible brotes, es preferible mantener el recinto cerrado. Sin embargo, la programación de actos culturales ha motivado nuevas quejas de vecinos tras valorar que también suponen un riesgo, aunque se apliquen estrictas medidas de higiene y de seguridad. El Ayuntamiento, por su parte, ha decidido mantener, con restricciones, algunos actos culturales programados para intentar dinamizar la actividad de los sectores en los que la crisis ha generado más pérdidas.