El Ayuntamiento acogió ayer el primer pleno presencial de la "nueva normalidad" después de que los dos últimos, de carácter extraordinario, se tuvieran que celebrar de forma telemática por las restricciones impuestas durante el estado de alarma. Para garantizar la seguridad de los concejales de la Corporación, además de poner a su disposición gel hidroalcohólico a la entrada del edificio, también se adoptaron otras medidas preventivas como una distribución diferente en torno a la mesa de reunión, que fue prolongada con dos tableros para poder mantener la distancia de seguridad.

Además, todos los concejales cubrieron su rostro con mascarillas y se limitó con una cinta de prohibición el acceso al público a las primeras filas de asientos del salón de plenos para preservar la distancia social recomendada. El último pleno presencial se celebró el 12 de marzo, tan solo dos días antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma. Además, en la sesión extraordinaria celebrada en marzo se realizaron las primeras pruebas para implantar el sistema de videoacta con el que se pretende favorecer la transparencia. El sistema de videoacta se volvió a probar en el día de ayer y facilita que los ciudadanos interesados puedan seguir la sesión a través de la web del Ayuntamiento.