Asegura que el sistema educativo “siempre” está en continua evolución, por lo que una situación "extraordinariamente anormal" como la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 es un buen momento para “repensar” y buscar métodos más efectivos.

Como especialista en Psicología Educativa y director del Instituto Cardenal Pardo de Tavera, en Toro (Zamora), José Julio Fuentes (Zamora, 1961) asegura que la pandemia ha demostrado que el sistema no estaba preparado para la enseñanza no presencial, pese a que los docentes se han dejado hasta el “sueño” en su responsabilidad para estar a la altura de lo que se les pedía.

El que fuera presidente fundador de la Asociación Castellano Leonesa de Psicología y Pedagogía (ACLPP) e impulsor y cofundador de la COPOE (Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España) destaca en una entrevista a la Agencia Ical que el sistema, por ejemplo, requiere de un instrumento para evaluar la enseñanza y el aprendizaje a distancia de manera "fiable".

¿Está preparado el docente para la pedagogía digital, más allá del cambio de escenario del aula al hogar?

Lo primero que debemos preguntarnos es si el sistema está preparado para dar respuesta al requerimiento profesional de la enseñanza 'on line'. La respuesta es no. Faltan medios estructurales, una red eficiente y que sea capaz de asumir la demanda de la comunidad educativa. También faltan medios materiales como la conexión, ordenadores y tablets. No habrán oído a ningún profesor poner trabas en la situación actual por tener que poner al servicio de la Consejería de Educación su propia conexión personal, su ordenador y su teléfono personal. Es injusto el trato que se ha dado al profesorado y la poca consideración que se ha tenido con él al no ser consultado en ninguna de las decisiones que se iban tomando. Se han repartido, tanto desde el Ministerio de Educación como desde la Comunidad Autónoma, tarjetas para que los alumnos se puedan conectar y aminorar la llamada brecha digital. Muy bien, pero quién se ha preocupado de los profesores, que han hecho un trabajo increíble y admirable, trabajando más allá del horario establecido. La planificación y coordinación didáctica, la preparación de las materias y la actualización profesional para este modo de enseñanza ha generado mucho estrés.

¿Y las familias y los hogares?

Los hogares tampoco están preparados para este formato de enseñanza. Para garantizar el derecho a la educación, el cien por cien de los alumnos deberían de estar en condiciones de aprender desde su casa y eso no se cumple. Además en el caso de los alumnos de menor edad y en algunos casos también de los de más edad, el trabajo, las tareas y el seguimiento depende de los padres, de su formación, preocupación y ayuda. Eso no es justo para las familias. Por lo tanto, los profesores, alumnos y padres estamos deseando volver a nuestro espacio educativo natural en el que se desarrolle la interacción personal y educativa.

¿Puede el uso de las nuevas tecnologías estimular el aprendizaje, con métodos pedagógicos más efectivos para mejorar los resultados del alumnado?

Por mi experiencia profesional -funcionario docente desde 1984-, las tecnologías son solo una herramienta pedagógica más de entre las muchas que usamos. La estimulación o motivación de los alumnos es un proceso mucho más complejo que el uso de una herramienta; intervienen las personas y las emociones, además de otros factores.

¿Hay un riesgo de que el uso de tanta tecnología para el aprendizaje de los alumnos cree una excesiva dependencia y una adicción a las nuevas tecnologías o un aislamiento social?

Los centros hemos incluido en la formación de los alumnos y otros miembros de la comunidad educativa actividades con contenidos relacionados con el adecuado uso y la seguridad de las tecnologías. Aun así, los riesgos de adicción a las tecnologías o la ausencia de vida social existen en determinadas personas, sean profesores o alumnos. Hay que actuar con sensatez porque la tecnología es una herramienta necesaria, útil y que hay que utilizar cuando se estime oportuno. Descargar sobre esa herramienta todo el peso del trabajo sería un error. El aprendizaje se hace en presencia de los otros y junto a ellos y a ser posible alejado de las modas.

¿Teme que haya una 'youtuberización' o una banalización del conocimiento, de la que hablan algunos expertos?

Sí, pero solo para los mediocres. No sé si merecen ser rescatados de tanta ignorancia.

¿Cree que el confinamiento y la crisis sanitaria son una oportunidad para que los docentes mejoren sus competencias en pedagogía digital? No en vano, un posible rebrote del coronavirus en otoño e invierno obligará a volver a cerrar los centros.

Es incuestionable que los docentes hemos mejorado en competencia digital. Quienes se hayan quedado atrás en esta revolución, no ahora, sino ya antes, deberían pensar si están en la profesión adecuada o quizás esperando dejarla. Los responsables políticos son los primeros que tienen que reflexionar y cambiar muchas cosas. Urge adoptar decisiones para adecuar infraestructuras y condiciones materiales y laborales para la educación pública. Se hace preciso dictar leyes que regulen y den seguridad en estas condiciones de trabajo y aprobar protocolos de actuación ante la repetición de este escenario sin improvisaciones. Además, se hace preciso revisar el currículo y fomentar la investigación de un instrumento que permita evaluar el proceso de enseñanza y aprendizaje a distancia de manera fiable.

¿De qué manera puede influir en los alumnos más pequeños la vuelta al colegio el curso próximo con tantas medidas de seguridad para evitar contagios?

Indudablemente, el cambio de condiciones en un ambiente afecta a todas las personas pero los más pequeños se adaptan a nuevas circunstancias muy bien. En esas edades, aceptar la norma sin cuestionarla no es raro, sobre todo en entornos institucionales. A falta de conocer las medidas que se adoptarán, una posible distancia personal entre niños pequeños para evitar el contacto con otros compañeros será complicado ya que el ser humano es sociable por naturaleza.

¿Puede afectar al rendimiento del alumno tanta psicosis?

Depende del nivel de psicosis de los adultos que lo rodean.

¿Considera que esta crisis sanitaria servirá para reforzar el papel del docente?

Ahora más que nunca el papel del profesor se ha puesto en valor y espero que los responsables políticos aprendan lo mismo. Le aseguro que el trabajo educativo en este escenario lo han sacado adelante los profesores, con la inestimable ayuda de los padres en el caso de los alumnos de menor edad, y con el esfuerzo y responsabilidad de los alumnos mayores en el resto de casos. Además, hay un aspecto que nunca se podrá suplir y que los profesores lo hemos echado de menos en esta situación y es la interacción personal con el alumno y el grupo. El pulso emocional que nos permite modular el contenido programado para la clase, adaptándolo a la situación de ese momento. Es algo vivo que no se logra en la distancia.

¿Le preocupa los alumnos que han podido quedar descolgados estos meses por no ir a las aulas?

Mucho. Si la educación tiene sentido y se ha conseguido que sea obligatoria y pública es porque es capaz de compensar las desigualdades personales y sociales de nuestros ciudadanos. Hay que esforzarse por no dejar a nadie atrás, y si se queda, que haya sido por equivocación propia.

¿Qué opina del aprobado general o la eliminación del límite de suspensos, por la paralización de las clases presenciales, por lo que supone un desprecio al esfuerzo?

No ha sido el caso de Castilla y León, aunque sí se han dictado instrucciones que han hecho malabares con el lenguaje. No soy partidario del 'café para todos' por que es una falta de respeto tremenda para quien se esfuerza en conseguir algo y, además, genera desánimo y mediocridad. Esa opción es la coartada perfecta para los vagos y los anima a no esforzarse, generando ciudadanos subsidiados, dependientes y anónimos. En este sentido, creo que la Consejería de Educación de Castilla y León acertó al no dejarse llevar por lo fácil y populista, aunque debió darle más difusión a su postura.

Desde un punto de vista más profesional, creo que era un debate artificial e intencionado. Existe normativa suficiente para evaluar con garantías, siempre que se deje en manos de los equipos docentes, que son muy sensatos. Me da pavor que esas decisiones tan importantes para los alumnos y su futuro se dejen en manos de los políticos.

¿Considera acertado abrir los centros en julio para reforzar contenidos?

Los centros públicos deberían estar abiertos todos los días del año para prestar servicio a quienes los han pagado, que son los ciudadanos. Además de ser la institución garante de la formación de los ciudadanos, deberían ser un referente social y cultural en la localidad donde están ubicados.