Los toresanos podrán reencontrarse el lunes con el Santísimo Cristo de las Batallas, después de que el paso a la fase 1 de la desescalada haya permitido flexibilizar algunas restricciones y recuperar el oficio de eucaristías con aforo limitado en la ermita que custodia la venerada imagen del patrón de Toro.

Aunque a finales del mes de abril, en plena expansión de la pandemia, la cofradía anunció la suspensión de los actos previstos para una de las fiestas más esperadas por los toresanos, la evolución positiva de la enfermedad en las últimas semanas permitirá oficiar eucaristías en la ermita y recuperar, en parte, la esencia de la celebración. La junta directiva de la cofradía y los párrocos de Toro, de acuerdo a las directrices marcadas por las autoridades sanitarias y civiles, han acordado mantener los actos de culto de la fiesta del patrón, aunque recordaron que "resulta inviable realizar la romería según la antigua costumbre", por lo que este año no se celebrará la tradicional procesión por el entorno de la ermita.

En cuanto a los actos de culto abiertos al público, los párrocos y la cofradía han decidido que durante todo el día se oficiarán varias eucaristías en el interior de la ermita y que coincidirán con las horas en punto, desde las 8.00 hasta las 13.00, mientras que por la tarde se celebrarán dos misas, a las 19.00 y a las 20.00 horas. Además, la última eucaristía de la fiesta será oficiada en recuerdo de los hermanos difuntos de la cofradía, así como de las víctimas que el coronavirus ha dejado en Toro y, una vez concluida, la imagen será conducida hasta la puerta del templo que "mira" a la pradera para proceder a la bendición del campo y de la ciudad.

Por otra parte, los párrocos y la hermandad han recordado que el aforo en cada una de las misas se limitará a 50 personas y a 20 cofrades que, durante la celebración, deberán portar el medallón, y todos los participantes tendrán que cubrirse el rostro con mascarilla para minimizar el riesgo de contagio.

El aforo máximo deberá ser respetado por los feligreses que quieran participar en el culto, por lo que si se completa, los que no puedan acceder al templo tendrán que esperar a la siguiente misa. Para velar por el cumplimiento de las normas, abades, mayordomos y escribanos de la cofradía organizarán el acceso al templo y los feligreses deberán acatar en todo momento sus indicaciones. En el interior del templo se pondrán a disposición de los devotos unas postales junto a una urna, en la que podrán depositar donativos que la cofradía ha decidido donar para "paliar situaciones de precariedad" generadas por la crisis. Los párrocos y la hermandad insistieron en la "conveniencia" de no permanecer durante la fiesta en los alrededores de la ermita e imploraron "ayuda" al patrón de Toro, para "ganar juntos la batalla contra el virus".