Ante la esperada reactivación del sector en las próximas semanas, la Ruta del Vino de Toro trabaja intensamente para intentar posicionarse como un destino preferente para aquellos viajeros que, en la "nueva normalidad" post coronavirus, opten por lugares tranquilos y seguros. Y es que el enoturismo será previsiblemente una de las mejores alternativas para el viajero que, en núcleos rurales, podrá alejarse de grandes aglomeraciones y disfrutar de actividades complementarias ideadas para aforos reducidos, tales como visitas a bodegas, museos o viñedos, así como talleres de catas personalizados. Para conseguir este objetivo será preciso reestructurar las experiencias enoturísticas y, por este motivo, consensuará con los socios el diseño de nuevos paquetes de experiencias adaptados a la nueva realidad.

En el diseño de la nueva estrategia turística, Toro contará con el apoyo de Acevin que, junto al club Rutas del Vino de España y diferentes instituciones, trabaja desde hace semanas para intentar paliar el impacto generado por el coronavirus en el sector enoturísico. Con este propósito, se ha diseñado una guía para que organismos y empresas afronten con garantías la nueva etapa post COVID, publicación que recoge una serie de pautas y recomendaciones para facilitar la reapertura de los establecimientos. El documento funcionará como una hoja de ruta para las empresas a la hora de reactivar sus servicios turísticos y volver a abrir sus puertas al público. Igualmente, Acevin colabora con el Instituto de Calidad Turística España en la elaboración del protocolo sobre "Medidas para la reducción de riesgos higiénico-sanitarios frente al COVID" dirigidas al turismo industrial, incluido el enológico, que será validada por el Ministerio de Sanidad, documento que se pondrá a disposición de todas las bodegas.