A la incertidumbre que sobrevuela el sector agrícola por el impacto económico generado por la pandemia del coronavirus hay que sumar las pérdidas provocadas por la intensa granizada, que la pasada semana ocasionó importantes daños en parcelas cultivadas del municipio de Toro. Aunque por fortuna la tormenta descargó pedrisco en una zona limitada, la organización agraria Asaja ha realizado una primera estimación de la superficie afectada por el pedrisco y que, como reconoció su presidente provincial, Antonio Medina, se extiende por una "franja" que abarca más de 200 hectáreas.

En concreto, como apuntó Medina, los mayores daños han afectado a una "franja" que se extiende desde el entorno del puente de hierro que enlaza la ciudad con la carretera de Salamanca, hasta las parcelas cultivadas en las inmediaciones del cementerio municipal de Toro. En las citadas parcelas "los daños son cuantiosos", remarcó el presidente provincial de Asaja, quien precisó que los daños se pueden apreciar a simple vista en viñedos, árboles frutales o fincas sembradas de cereal, cebollas o guisantes. En la mayor parte de las tierras afectadas por el pedrisco, según remarcó Medina, "los cultivos no tienen solución" excepto los viñedos que si no se registran nuevas precipitaciones en forma de granizo, "podrán recuperarse en parte".

Las estimaciones de Asaja coinciden con la valoración realizada recientemente por el Consejo Regulador que calificó de "relativo" el daño ocasionado por el granizo, aunque también precisó que en las parcelas que fueron alcanzadas de lleno por el pedrisco los daños han sido graves y severos. Además, recordó que al margen de Toro, la intensa tormenta de granizo también afectó a otros municipios amparados por la Denominación de Origen, en alusión a San Román de Hornija y Villabuena del Puente. El pedrisco es uno de los principales enemigos del viñedo que, en la actualidad, se encuentra en fase de crecimiento y el granizo puede mermar una cosecha que, este año, podría ser superior a la media de la recolectada en las últimas campañas de vendimia. Y es que, con las lluvias registradas en el invierno y, sobre todo durante la primavera, la producción de fruto podría superar en la presente campaña a la de los últimos años que, en el caso de la Denominación de Origen Toro, ronda los 19.2 millones de kilos de uva de las cuatro variedades autorizadas.