La agrupación de voluntarios de Protección Civil de Toro se ha convertido para colectivos vulnerables que, por obligación o por otras circunstancias no pueden abandonar su confinamiento, en un apoyo básico y fundamental para afrontar la excepcional situación de emergencia sanitaria provocada por la pandemia. Tras la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno, Protección Civil decidió poner en marcha un nuevo servicio en Toro para ayudar a aquellos vecinos que, por diversos motivos, no pueden salir de sus viviendas y para atender a los que viven solos o que tienen dificultades de movilidad por su avanzada edad.

Desde entonces, los voluntarios de la agrupación prestan el citado servicio a un total de 25 "domicilios" de la ciudad en los que, por encargo de sus propietarios, entrega alimentos básicos y de primera necesidad o medicamentos, con el objetivo de que en su confinamiento dispongan de lo imprescindible. Asimismo, Protección Civil ha extendido el servicio a dos monasterios de la ciudad que requirieron su ayuda y a los que ha proporcionado los medicamentos que necesitaban las religiosas que los habitan.

Al margen de atender las necesidades básicas de vecinos y comunidades religiosas, Protección Civil ha atendido más de 80 llamadas realizadas por toresanos en las que planteaban "diversas cuestiones". Además, el colectivo colabora estrechamente con los Cuerpos de Seguridad.