El canal Toro-Zamora inició ayer una campaña de riego que, este año, no estará condicionada por las restricciones impuestas en los últimos tres por la sequía, aunque la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus obligará a los agricultores a adoptar medidas de prevención y protección para evitar contagios en un sector considerado esencial. En el contexto actual, como reconoció el presidente de la comunidad de regantes, Pedro Pablo Ballesteros, la agricultura "no puede permitirse parar", por lo que los es preciso adoptar medidas preventivas como circular en solitario en los vehículos, utilizar guantes y, sobre todo, respetar la distancia de seguridad para minimizar el riesgo de contagio. Precisó Ballesteros que, a pesar de que los agricultores han adoptado medidas de protección, existe una "gran preocupación" en el sector, sobre todo porque si se registran casos de infectados y los cultivadores enferman "nadie podrá atender sus explotaciones".

La propia comunidad ha tenido que adoptar medidas de protección, tales como mantener cerrada al público la oficina de atención a los comuneros y, aunque un trabajador se encarga de acudir cada día a las dependencias, otros desarrollan su función mediante teletrabajo salvo los guardas que, en las últimas jornadas han tenido que realizar un importante esfuerzo para reparar pequeñas averías y otras más importantes y poner a punto la infraestructura, con el objetivo de que todos los agricultores puedan disponer de agua para regar sus parcelas. En este punto, Ballesteros precisó que la comunidad está intentando ofrecer el mejor servicio posible a los agricultores en las actuales circunstancias, aunque también remarcó que el incumplimiento de algunos regantes de sus "deberes" ha impedido proceder al "reparto interno" de la dotación de agua asignada por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para la nueva campaña y que asciende a 6.000 metros cúbicos por segundo.

Recordó el presidente que, antes del inicio de la campaña, los agricultores están obligados a entregar a la comunidad las fichas de cultivo y, según los últimos datos de los que dispone, hasta el momento se han facilitado los datos correspondientes a 4.000 de las 7.000 hectáreas que abarca el canal Toro-Zamora. Esta circunstancia ha impedido a la comunidad a realizar el "reparto interno" de la dotación que reclaman los agricultores, a la vez que matizó que aquellos que han cumplido la obligación de entregar las fichas podrán disponer de inmediato del agua que precisen para regar sus cultivos, una vez que los guardas carguen los hidrantes.

En este sentido, Ballesteros subrayó que los regantes que no han facilitado los datos no pueden escudarse en que la oficina de la comunidad permanece cerrada, ya que conocen de anteriores campañas las obligaciones que tienen que asumir, a la vez que precisó que según los estatutos de la comunidad, los que no entreguen la ficha de cultivos en tiempo y forma pueden ser penalizados.

Por otra parte, el presidente del canal destacó que, una vez que la comunidad reciba todas las fichas procederá al reparto equitativo de la dotación de agua asignada para la campaña que, en principio, se desarrollará con "normalidad", después de tres años complicados y marcados por la sequía. Por último, Ballesteros reconoció que la dotación asignada por la CHD, 6.000 metros cúbicos por hectárea, es la que "corresponde' a la comunidad en función del agua acumulada en los embalses.