Algunos gestos marcan toda una vida y el pequeño Daniel Muñoz Hernández no olvidará nunca su tercer cumpleaños ya que, pese a estar confinado en casa con sus padres, ha disfrutado de una celebración muy especial, gracias a la generosidad de la agrupación de voluntarios de Protección Civil de Toro y al cariño de sus vecinos. A pesar de no poder disfrutar de una fecha tan especial con sus abuelos, tíos y primos, Daniel no solo ha recibido el cariño de sus padres, sino que a su fiesta de cumpleaños más especial se sumaron los voluntarios de Protección Civil y los vecinos que residen en la plaza Conde Duque de Olivares de Toro que, adornador con globos de colores sus ventanas y terrazas desde las que siguieron las espontáneas reacciones del pequeño protagonista de la celebración. Desde su balcón, el niño recibió la inesperada visita de los voluntarios de Protección Civil de Toro que accedieron a la plaza con la sirena de su vehículo encendida para anunciar su llegada y, sobre todo, para advertir a todos los vecinos de la zona y, especialmente al pequeño, de que algo muy importante estaba a punto de suceder.

Con la conocida canción "Cumpleaños feliz" de Parchís comenzó la inolvidable fiesta y, desde la plaza, los voluntarios de Protección Civil animaron con aplausos a los vecinos para que se sumaran a la celebración, entonaran la canción y desearan un feliz aniversario al pequeño.

Sin pestañear, el niño siguió con atención cada movimiento de los voluntarios de la agrupación toresana que, tras preguntarle cuántos años cumplía, le felicitaron y reconocieron con su gesto altruista su esfuerzo por permanecer confinado en casa y renunciar a jugar en el parque o visitar a sus abuelos y al resto de familiares con los que, a pesar de muchos de ellos residen en Toro, este año no ha podido compartir su tercer cumpleaños.

Daniel es consciente de que un "bichito", en alusión al coronavirus, le ha impedido celebrar una fiesta como en años anteriores, pero no olvidará nunca el loable gesto de Protección Civil que, a pesar de que en los últimos días ha tenido que reforzar su servicio en la ciudad para colaborar con los Cuerpos de Seguridad y sobre todo para atender las necesidades básicas de los colectivos más vulnerables, dedicó unos minutos a desearle lo mejor en su cumpleaños en la misión más especial de cuantas ha desarrollado durante el estado de alarma. El pequeño agradeció a los voluntarios la inesperada visita y compartió con ellos su tarta de cumpleaños y, una vez finalizada la inolvidable fiesta, contó a todos sus seres queridos por teléfono el regalo tan especial que había recibido.

Los padres del pequeño han agradecido públicamente el solidario gesto de la agrupación de Protección Civil y, aunque no pudieron evitar las lágrimas por la ausencia de familiares en la fiesta y por las complicadas circunstancias provocadas por el coronavirus, aseguraron que no olvidarán nunca la generosidad de unos voluntarios que, en ocasiones, no reciben el reconocimiento que realmente merecen por su entrega a los demás y sin esperar nada a cambio.