La Asociación de Investigación para la Mejora del Cultivo de Remolacha Azucarera (Aimcra) desarrollará durante los dos próximos años tres proyectos de investigación centrados en la innovación, la rentabilidad y la protección para alcanzar objetivos como combatir la cercospora, reducir los costes de riego, disminuir el abonado y estudiar nuevas variedades para que la remolacha sea más rentable y productiva para los cultivadores que contraten su producción con Azucarera. Respecto a la cercospora, una enfermedad que ha aumentado su presión sobre el cultivo en los últimos años, Aimcra ha puesto en marcha un estudio de investigación basado en mejorar el control sobre la enfermedad y, como consecuencia, incrementar el rendimiento del cultivo y el beneficio para el agricultor, así como mejorar la pureza en el proceso de fabricación del azúcar.

Los trabajos que está previsto realizar abarcarán tanto el uso de productos químicos como la utilización de variedades tolerantes que podrían estar disponibles a partir del 2021 y que marcarán un antes y un después en la lucha contra la citada enfermedad. Además, Aimcra ofrece un servicio de asesoramiento al agricultor para reducir el coste del riego y ahorrar agua. Con este proyecto, pretende que el cultivo sea más rentable y, para ello, propone conseguir una rebaja del coste de riego, entre un 50 y un 80%, lo que equivale a entre cuatro y seis euros por tonelada de remolacha, así como mejorar la eficiencia hasta ahorrar un 20% de agua, reducir el impacto medioambiental de las emisiones de CO2 hasta un 90% y que el cultivo de remolacha sea más cómodo gracias a la automatización y la telegestión.

Sobre el exceso de aportes fertilizantes, Aimcra apuntó que provoca efectos negativos en la remolacha, entre los que destaca el sobrecoste para el agricultor y, por este motivo, presta un servicio personalizado para disminuirlo. Por último, Aimcra reiteró el compromiso de seguir ensayando con nuevas variedades de remolacha.