Dos semanas de obligado confinamiento por el coronavirus no han mermado las ganas de disfrutar de los vecinos que residen en la plaza Conde Duque de Olivares de Toro que, lejos de caer en el aburrimiento y la monotonía, cada día se asoman a sus ventanas y terrazas para compartir experiencias que, para siempre, guardarán en su memoria.

La treintena de vecinos que reside en los bloques de pisos de la plaza no solo salen a los balcones todos los días a las 20.00 horas para compartir música o reconocer el esfuerzo de los profesionales sanitarios, sino que también el pasado sábado brindaron una sonora ovación a los más pequeños que, en este cuento, emulan a la perfección a sus idolatrados superhéroes por su resistencia y coraje. La emoción dio paso ayer a la diversión porque los vecinos decidieron no renunciar al tradicional vermú de los domingos en la ciudad aunque, en esta ocasión, cambiaron los bares de los soportales de la Plaza Mayor o de las "Tres carreteras" por sus terrazas. Para animar aún más la participación, los vecinos decidieron previamente que, en esta ocasión, el vermú estaría dedicado a los años 60 por los que muchos rebuscaron en armarios y cajones prendas de vestir acordes a la década elegida. Vestidos de flores, pelucas, cazadoras de cuero o vistosas gafas completaron el atuendo de los toresanos que residen en la plaza y que ayer compartieron un vermú muy especial, en el que degustaron un variado aperitivo que maridaron con refrescos, vino de Toro o cerveza, El próximo domingo, los vecinos tienen previsto volver a compartir el típico vermú que, de nuevo, será "temático" y con el que romperán la rutina diaria de la cuarentena.