La Guardia Civil desplegó en la tarde de ayer un dispositivo especial en el acceso a Toro por la rotonda más próxima a Corredera, con el objetivo de controlar el cumplimiento de las restricciones sobre la libre circulación como consecuencia del estado de alarma decretado por el coronavirus. Agentes de la Benemérita formularon preguntas a conductores y peatones sobre su presencia en la vía pública y ordenaron abrir las puertas de vehículos con cristales tintados para comprobar que en la parte trasera no viajaban más ocupantes.