Vezdemarbán revivió ayer una de las fiestas más enraizada en sus tradiciones: el "Desempadrinamiento". Cada lunes de carnaval, los vecinos rescatan de baúles y armarios trajes típicos y vistosos mantones de Manila que lucen las mujeres, mientras que los hombres portan sombreros y capas para acompañar a los quintos y quintas en el desfile por las calles del municipio. A lo largo del recorrido, los participantes en el "Desempadrinamiento" bailaron, en los cruces de calles y plazas, al ritmo de la música interpretada por una charanga. Una vez finalizado el desfile, los participantes compartieron con el resto de vecinos de Vezdemarbán en el club de jubilados.