El Ayuntamiento ha finalizado las obras de remodelación de la plaza de la Merced en la que se habían detectado cesiones del terreno a la altura de la estancia subterránea en la que, hace dos décadas, fueron hallados unos restos funerarios y una antigua capilla, aunque los trabajos también han servido para mejorar la seguridad vial en la zona. Trabajadores municipales han ejecutado las obras que han consistido en apuntalar la estancia subterránea que ha sido rellenada para evitar más desprendimientos y cesiones en el terreno, que suponían un riesgo para los vehículos que circulan por la plaza de la Merced.

En el marco de la intervención también han sido retirados los sillares de piedra que conformaban el zócalo con el que fue señalizada la existencia de los restos arqueológicos, así como del crucero instalado sobre el cerramiento con placas con el que se cubrió la estancia subterránea, crucero que fue cedido por la Fundación González Allende, aunque tan solo se conservaba la columna. La retirada de los sillares ha permitido dejar el pavimento sin resaltos y mejorar la seguridad vial de la plaza al eliminar también el cuello de botella formado en torno al cerramiento provisional de la estancia subterránea sobre el que se colocó el crucero y que dificultada el tránsito de vehículos aunque también incrementaba el riesgo de atropello. No obstante, el Ayuntamiento ha optado por diferenciar la zona en la que fueron hallados los restos de la capilla funeraria con un asfaltado distinto al del resto de la plaza de la Merced.