Las Rutas del Vino Toro y Arribes presentarán mañana en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), de Madrid, su verdadera entidad y sus enormes potencialidades. Quieren mostrarse ante el mundo como destinos enoturísticos zamoranos de primer orden por contar con los ingredientes naturales, gastronómicos, históricos-artísticos y con la tradición e impronta vinícola que hacen a estos dos enclaves en merecedores de conocerse y disfrutarse con todos los sentidos.

Estarán presentes dentro de la marca turística "Rutas del Vino de la comunidad" con la que Castilla y León se expondrá en Fitur, y que integrará, además, a las Rutas del Vino certificadas de Arlanza, Bierzo, Cigales, Ribera de Duero, Rueda y Sierra de Francia.

Todas las Rutas asistentes tendrán en el expositor regional, en el pabellón de la Feria Internacional de Turismo, el escaparate adecuado para dar a conocer las novedades de sus productos y ofrecer las excelencias a cuantos operadores de turismo y agencias de viaje busquen destinos atractivos e interesantes para clientes con inquietudes de todo calado.

La Ruta del Vino Toro presentará su fuerza y poder con el crédito que dar el dar satisfacción a "Los cinco sentidos". Los miles de visitantes que acuden a Madrid, a un evento de esta proyección internacional, serán puestos al corriente y con detalle de los valores de una Ruta surcada por el río Duero que sorprende por las condiciones y visiones orográficas de la vega, de los promontorios y de los suelos donde toman asiento los viñedos que distinguen a la Denominación de Origen.

A la naturaleza se suma el patrimonio histórico-artístico y cultural consolidado a lo largo de una historia marcada por acontecimientos y rangos decisivos, plasmados en edificios eclesiásticos, palacios y conventos sorprendentes, en pórticos, arte y múltiples representaciones.

Reino de viñedos, bodegas, festejos y costumbres, la Ruta del Vino Toro colma sobradamente las exigencias del enoturismo porque el turista tiene la oportunidad de ver con sus propios ojos un mundo nuevo y de vivir experiencias conmovedoras con solo estar presente y mirar, también de satisfacer el sentido del oído con atender y escuchar fuera y dentro de los edificios, en las plazas, en las calles y en los adentros de las bodegas.

En la ruta del Vino Toro es igualmente complacido a gusto el sentido del olfato porque los olores están presentes en el campo y en los interiores debido a la riqueza natural, gastronómica y a la elaboración de productos típicos y artesanales. Tierra de árboles frutales, de cultivos diversos y de interés culinario, los aromas están y se hacen notar por todas partes, muy en concordancia con las estaciones, con las maduraciones y con los manejos. Quesos, chocolates, vinos, frutos secos y dulces irradian aroma en campos y núcleos.

Este preámbulo de visiones, escuchas y aromas da paso al disfrute en toda su expresión y extensión del sentido del gusto, donde el vino destaca por el físico y el espíritu de la variedad Tinta de Toro, que se impone en color y sabor a otras muchas variedades del sector. Pero también realzan el plantel vinos verdejos, blancos e incluso de nueva traza sacados con tanta ilusión como novedad al mercado. Bodegas y establecimientos proporcionan al visitante un acompañamiento de mixturas y tapeos que convierten a esta Ruta en un destino de recuerdo. Cierta parte de los que se ve y se disfruta se toca o se acaricia, de ahí que también el tacto tiene cabida en la Ruta del Vino de Toro.

Por lo que respecta a la Ruta del Vino Arribes, la gerente Liliana Fernández Pérez pone de manifiesto que en Fitur "vamos a presentar la digitalización de la ruta y los paquetes turísticos que se desarrollarán para 2020".

Es de resaltar que se extiende por una zona fronteriza, de microclima, de paisajes encañonados por el Duero, de relieves impresionantes, de un laboreo tan minucioso y esforzado que ha dejado un patrimonio vitivinícola arrobador.

Arribes presentará al mundo un destino con alicientes para aplacar a los visitantes más exigentes. Sus tradicionales y modernas bodegas dan para ofrecer una "ruta del Vino", su carácter fronterizo una "ruta del contrabando", sus bellos paisajes para una "ruta de película", sus variedades para una "ruta de las uvas únicas", sus productos para "una ruta de los artesanos".

Con unos vinos tintos asentados en variedades como la Juan García y Bruñal, o vinos blancos nutridos en Doña Blanca y Puesta en Cruz, Arribes garantiza "una experiencia única que no les va a dejar indiferentes"

La Ruta del Vino Arribes se crea en 2017, y esta certificada al amparo de Rutas del Vino de España desde 2018. Esta entidad asociativa esta formada por artesanos, pequeños empresarios de la hostelería, restauración y turismo activo, elaboradores de aceite, embutidos, mermeladas, pan y por las bodegas inscritas en la Denominación de Origen Arribes Actores que unidos en la Ruta del Vino, organiza una oferta turística basada en la sostenibilidad en torno a tres pilares: naturaleza singular, enología y slow travel.

Es de remarcar que la Ruta del Vino Arribes se extiende por en el oeste de las provincias castellanoleonesas de Zamora y Salamanca, en la frontera con Portugal a lo largo de 180 kilómetros de cañones fluviales. Su orografía, fauna y vegetación le valieron la declaración de Parque Natural de Arribes en el año 2002 y Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica en el año 2015.

Toro y Arribes llegan a Fitur con la convicción de abrir al exterior y a los operadores turísticos un destino repleto de actividades y experiencias saludables y novedosas.

La Consejería de Cultura y Turismo respaldará el enoturismo como uno de los grandes potenciales de Castilla y León.