Venialbo, pequeña localidad donde tiene sus raíces la bodega de Monte Toro, se encuentra inmersa estos días en sus fiestas patronales. De las gentes de esta zona, (sanas, nobles, amigas, acogedoras, amables?) hemos heredado sus genes y nos han dado todo lo que tenemos. Por todo ello, queremos compartir con nuestros vecinos y amigos estos días de asueto y alegría, a la vez que invitamos a zamoranos y foráneos a que conozcan este pueblo trabajador donde no hay forasteros.

Peñas y bodegas y buen humor abundan, como no podía ser menos, por los cuatro costados de Venialbo, pero tres son los bares donde los vecinos y visitantes pueden y deben hacer un alto en el camino, entre verbena y verbena, toro y pasacalles. Jorge y Alicia tienen como especialidad los huevos de codorniz, pero los callos se les pueden recomendar a cualquiera. Nuria y Pipe elaboran unos pinchos morunos inigualables, mientras que Kiko prepara unas patatas bravas para quitarse el sombrero. No se puede ir uno de este pueblo sin haber probado alguno, o todos estos manjares para el paladar.

Claro que si a todas estas exquisiteces las acompañamos con un vino de Ramón Ramos el maridaje puede resultar perfecto. Nuestros clientes conocen perfectamente las variedades de tintos Monte Toro, pero con esta misma marca, para deleitar más frescos, tenemos los rosados y los blancos malvasía con D.O Toro.