La puesta en marcha de las nuevas instalaciones se ha demorado más de tres años por diversos factores, como el hallazgo de unos silos durante la excavación arqueológica previa al inicio de las obras o la ocupación parcial de unos terrenos adquiridos por un vecino de Toro que en el catastro figuraban como una propiedad del Ministerio de Agricultura. Para poder materializar el proyecto, el Ayuntamiento suscribió un convenio con la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y las obras fueron sufragadas por el Ministerio de Medio Ambiente que, en la construcción de la planta, realizó una inversión de 800.000 euros.

La nueva estación depuradora construida en el entorno del puente de piedra cuenta con un pozo de gruesos, uno de bombeo, un tamiz rotativo autolimpiante, un tanque decantador- digestador, un equipo de biodiscos y un decantador lamelar. La estación depurará los vertidos procedentes de los barrios más próximos al puente de piedra de Toro y sustituirá al sistema de colectores utilizado en los últimos años y que, según un estudio realizado por la CHD, era insuficiente y no garantizaba que los vertidos realizados en la zona fueran aptos para ser entregados a un cauce público.