-Al remolachero como a cualquier cultivo, porque estamos padeciendo fenómenos extremos de mucha sequía y de mucha agua concentrada en un poco espacio de tiempo. Es una realidad que hay que saber gestionar La remolacha aporta soluciones porque evita el empobrecimiento del suelo, da tejido en el medio rural y en zonas que si no se trabajan se desertizarían. La remolacha cumple un papel proactivo y positivo.

- ¿Qué mensaje puede trasmitir a agricultores que están siempre pendientes de acertar con el cultivo más adecuado?

-Dar un mensaje optimismo, más real que hipotético. Ha subido el precio de la azúcar. La rentabilidad del cultivo está más que segura y merece la pena apostar por él, porque el precio del azúcar crece y hay mimbres para que el agricultor esté contento este año, el próximo y el siguiente.