La puesta en escena de la obra "La correspondencia personal de Federico García Lorca" por Gema Matarranz y Alejandro Vera fue calificada de "impresionante" por lo cuidada, detallista y buena iluminación aplicada a la representación. Todo ello hizo que el público asistente "saliera contento" de una interpretación que constató el nivel de primera línea demostrado por los protagonistas.