Pasado, presente y futuro de la Guardia Civil. Este es el hilo conductor de la exposición inaugurada ayer en la Casa Municipal de Cultura de Toro que conmemora el 175 aniversario de la fundación de la Benemérita y que, a través de paneles, uniformes y otros objetos, pretende que los visitantes se acerquen a un Cuerpo cuya historia está íntimamente ligada a la de España. El Coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora, Manuel Rodríguez Zabala, fue el encargado de inaugurar la muestra que definió como "variopinta", porque reúne fondos que aluden a la historia de la Benemérita y que reflejan su evolución a lo largo de 175 años. Del mismo modo, resaltó el espacio dedicado a rendir un homenaje a guardias civiles que fueron víctimas del terrorismo o de los civiles que fallecieron en atentados perpetrados por ETA , recuerdo que "perdura en el tiempo".

Por su parte, el alcalde, Tomás del Bien, agradeció a la Guardia Civil que haya elegido Toro para mostrar la exposición, en la que los visitantes podrán descubrir el "papel esencial" de la Benemérita, aunque también podrán conocer a fondo una labor que calificó de "encomiable". Además, anunció que la Casa Municipal de Cultura trabajará para que la exposición, en cuyo montaje ha trabajado durante varios días Francisco de la Calle, sea visitada por escolares y alumnos de los institutos, con el objetivo de que aprendan a valorar el trabajo de los efectivos de la Guardia Civil, a los que definió como "nuestros ángeles de la guarda".

Tras la inauguración, el agente Luis José Santamaría, fue el encargado de guiar a los invitados en un recorrido por la exposición, en la que el hilo conductor son varios paneles explicativos, en los que los visitantes podrán descubrir los orígenes del Cuerpo o que en el año 1989 tuvo lugar la incorporación de la mujer a la Guardia Civil, aunque en 1948 ya existían las "matronas', que solían ser viudas o huérfanas de agentes que continuaban vinculadas a la entidad. Otros paneles aluden a las competencias de la Benemérita, tales como la protección del medio ambiente a través del Seprona y el servicio cinológico, el resguardo fiscal, costas y fronteras, la seguridad ciudadana y vial, la desactivación de explosivos y el control de amas o el servicio de información y la policía judicial. Otras cartelas repasan el papel desempeñado por la Guardia Civil en determinadas épocas de la historia de España, desde el sexenio revolucionario, pasando por la guerra civil y el franquismo, hasta la democracia. La muestra se completa con otros fondos como una colección de uniformes, una motocicleta utilizada por el servicio del Seprona, un antiguo alcoholímetro o artefactos explosivos desactivados. Un gran panel conformado por fotografías de los 243 guardias civiles asesinados por ETA, 13 de ellos naturales de Zamora, emocionó a los presentes en la inauguración de la muestra, en la que también se recuerda a civiles que fallecieron en atentados terroristas. La exposición también alude a la labor que la Guardia Civil realiza en diferentes destinos internacionales.

En la inauguración de la muestra, el historiador, José Navarro Talegón, destacó que la Guardia Civil llegó a Toro el 3 de enero de 1944 y que, como en otras localidades, "tuvo problemas de precariedad para instalarse", porque el Gobierno "creaba los servicios, pero el pago se lo encargaba a los Ayuntamientos", al que requirió que facilitara una casa cuartel, "utensilios", velas y aceite y leña. En Toro, la Guardia Civil se implantó en primer lugar en el antiguo convento de San Agustín, pero posteriormente se trasladó a un edificio en San Francisco.