El Ayuntamiento de Toro se ha propuesto poner freno a la "moda" de lanzar huevos en la noche de Halloween y, por este motivo, ha diseñado un "plan especial de control" para evitar daños en edificios y minimizar la acumulación de restos de cáscaras y yemas que se pueden apreciar al día siguiente en las calles y que generan numerosas quejas por parte de los vecinos. José Luis Martín Arroyo, concejal de Seguridad Ciudadana, destacó que en los últimos años la fiesta de Halloween "se ha desbordado" y las consecuencias son daños en propiedades públicas y privadas, así como un "rastro de suciedad" en las calles. Por este motivo, el Ayuntamiento pondrá en marcha a partir de mañana por la tarde un plan especial de control, en el que participarán efectivos de la Guardia Civil, la Policía Local y Protección Civil que velarán para que los toresanos se diviertan en Halloween, pero sin ocasionar daños.

En este punto, Martín Arroyo reconoció que en pasadas ediciones de la citada fiesta participaron numerosos jóvenes, muchos de ellos menores de edad, por lo que realizó un llamamiento a los padres para que controlen a sus hijos e intenten disuadirles para que no participen en la "moda" de lanzar huevos. Del mismo modo, pidió a las personas que tengan previsto disfrutar de Halloween que se diviertan con responsabilidad, a la vez que resaltó que, este año, los agentes de las Fuerzas del Orden "actuarán con más intensidad y con más discreción" y además de identificar a personas que no acaten las normas, requisarán tanto los huevos como el material pirotécnico que porten.

Además, Martín Arroyo advirtió de que, las personas que sean sorprendidas lanzando huevos a edificios o ensuciando la vía pública serán denunciadas, por lo que reiteró el llamamiento a los padres para que ejerzan una labor de control sobre sus hijos y "no se sorprendan" si en la noche de Halloween son identificados y sancionados. Por último, aclaró que el Ayuntamiento asume que, durante la celebración de la fiesta se generará suciedad en la vía pública, pero no permitirá que los edificios, tanto públicos como privados, sufran daños como en ediciones anteriores.