Con los libros de Tintín descubrió, cuando era un niño, que quería dedicarse a "contar historias" y al mundo del cómic. El versátil ilustrador y Premio Nacional del Cómic en 2008, Paco Roca, impartió ayer dos conferencias en Toro para dar a conocer su oficio y el proceso creativo de sus trabajos, en el que se inspira su exposición "Contando en viñetas" que, durante este mes, se puede visitar en la Casa Municipal de Cultura. Estudiantes de los dos institutos de Toro asistieron a la primera charla impartida por Roca, en la que el ilustrador estuvo acompañado por Carlos Vicente, representante de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, que, en colaboración con la Junta, ha promovido los encuentros del ilustrador con los lectores y la exposición.

Durante la introducción de la charla, titulada "Dibujando en pijama. Recorrido por la obra realizada con esta elegante vestimenta", Roca reconoció que, cuando era un niño ya le gustaba dibujar, afición que muy pronto se convirtió en una pasión que ha sido clave para alcanzar la meta de dedicarse profesionalmente a los cómics, obras que le permiten "contar historias" que quiere compartir con los lectores. En su alocución, Roca mostró una imagen de su primer cómic inspirado en una película que le marcó cuando era un niño, "La guerra de las galaxias" y con el que pudo revivir la grata experiencia vivida en el cine. Además, reconoció que creció leyendo tebeos de personajes como Mortadelo y Filemón, aunque con los de Tintín descubrió la "magia de los cómics", aprendió a admirar los detalles de cada viñeta y a comprender que este tipo de libros favorecen una "lectura más anárquica".

Además, se refirió a una obra que marcó un punto de inflexión en su carrera, la publicación del cómic "Arrugas" con el que trató de plasmar en sus páginas un tema como la vejez y una enfermedad asociada a esa etapa de la vida: el alzhéimer. Y es que, como matizó, sus obras pueden definirse como "cómics de autor" porque en ellas pretende contar historias sobre "las que puedo reflexionar". Destacó Roca que emplea cerca de dos años de trabajo en la creación de un cómic y que, en todas sus obras, sigue las mismas pautas en el proceso creativo. La primera fase se basa en dar forma a una idea, la segunda en recabar documentación y el siguiente paso es elaborar el guión. El trabajo se completa con el diseño de los bocetos que dan paso a los dibujos finales y al color, con los que culmina el proceso.