Si por algo se caracteriza Toro es por la intensidad con la que vive sus fiestas, aunque en los últimos años la Vendimia se ha convertido en el referente para los turistas que quieren compartir con los toresanos su particular homenaje al vino de la tierra. La fiesta de la Vendimia comenzó a celebrarse en 1972, aunque no fue hasta la década de los 80 cuando el Ayuntamiento decidió organizar un programa de actividades durante el fin de semana más próximo a la fiesta del 12 de octubre y, en 2003, fue declarada de Interés Turístico Regional. Desde entonces, la Vendimia, como reconoció el alcalde, Tomás del Bien, se ha consolidado como "la referencia festiva" de Toro porque la "dimensión" que ha adquirido en los últimos años "no es comparable" a ninguna otra celebración.

De hecho, el Ayuntamiento estima que, este año, entre 30.000 y 40.000 personas visitarán la ciudad durante el fin de semana para disfrutar de los diferentes actos programados y degustar los vinos de Toro maridados con sabrosas tapas en los negocios hosteleros de la ciudad y en las tabernas del mercado medieval.

Precisó el alcalde que la estimación de personas que el fin de semana se desplazarán a Toro para disfrutar de la fiesta ha sido calculada en función de los visitantes recibidos en pasadas ediciones de la Vendimia, aunque matizó que, este año, al no coincidir la con un puente festivo, es probable que la afluencia sea menor.

El atractivo en el que se ha convertido la Vendimia, se refleja en la ocupación hotelera en la ciudad, ya que como reconoció el alcalde, "desde hace semanas todas las plazas hoteleras están ocupadas para el fin de semana festivo". No obstante, matizó que el interés de los turistas por descubrir Toro "no es nuevo", ya que desde finales de agosto, cuando la ciudad celebró las ferias y fiestas de San Agustín, la ocupación hotelera ha sido casi plena cada fin de semana.